jueves, junio 30, 2005

Status Quo

Contemplar la evidencia del desastre ecológico, el caos social existente y el que está por llegar, sin preguntarnos sinceramente la lógica o la moralidad de la actitud que llevamos a cabo es un acto aberrante, irresponsable, no democrático, lamentable e inaceptable.

No es sólo la devastación medioambiental, los genocidios, las enfermedades provocadas por la contaminación, la pobreza o la guerra, sino el exagerado nivel de decepción política y democrática GLOBAL, que nos preocupa.
Si uno analiza el "status quo" de la población mundial y sus males, uno contempla la própia extinción del ser humano.
La pregunta es, qué estamos haciendo al respecto? y cómo vamos a solucionarlo?

Es bien sabido ya que, de utilizar adecuadamente las tecnologías existentes como alternativas energéticas, con una apropiada gestión, ya dispondríamos de un sistema mucho más eficiente y límpio.

Existen muchos temas que nunca alcanzan los medios de comunicación y por tanto son totalmente desconocidos para la mayoría de las gentes. Por otro lado, que ciertas informaciones no alcancen ciertos medios de comunicación, no significa que la información no sea accesible.

Debemos ser conscientes de la información existente y debatir abierta y seriamente las evidencias del último siglo y del paradigma socio-tecnológico que se aproxima. Es evidente que la crisis de los combustibles fósiles no es otra cosa que un preludio.

Lo importante, ahora, del nuevo paradigma es que la lógica y la información que pone en evidencia la moralidad del sistema democrático representativo capitalista, neo-liberal e imperialista, está al alcance del que se interese por ella.
Es importante disponer de información detallada de la situación y del entorno para proporcionar una respuesta sociológica adecuada.

-"Cuanto más sabemos, en mejor posición estamos de insistir y exigir, que las cosas se hagan bien"-. Kofi Annan.

La guerra de Iraq, la primera invasión colonial del siglo XXI, ha recibido una crítica global y democrática sin precedentes en la historia. Quizá por la desfachatez moral tan evidente del capitalismo estadounidense, abrumado por las últimas cifras de la OPEP y preocupado por la industrialización de la China; que registra un crecimiento del 10% anual con sus 1.3 billones de personas y la India con un crecimiento del 15% anual y su billón de personas.
La "entrada" de ambos países al mercado "global" suponen una amenaza para el status de poder geopolítico en el planeta.
Y por ello, las grandes corporaciones y gigantes transnacionales marcan posiciones frente a la crisis energética global que
se avecina.

No hace falta mucho estudio para darse cuenta que si no fuera por la segunda reserva de crudo del mundo, lamentablemente, "nadie" estaría interesado en Iraq y sus genocidios o carencias "democráticas", sobre todo las grandes corporaciones. En cambio, queda en evidencia las agresivas actitudes autoritarias e imperialistas que lleva a cabo la administración Bush.
Por otro lado, la legislatura del señor Kerry, no hubiera supuesto grandes cambios en cuanto a la política energética, motor de la economía global.

miércoles, junio 29, 2005

Pensamiento urbano

A la vista esta, y no hace falta ser muy clarividente que millones de personas en el mundo se mueren de hambre a diario debido a la mala gestión de sus administraciones. Pienso a tal efecto que es necesario introducir una profunda reforma interna del funcionamiento global del sistema.

Se necesitan líderes incorruptibles que dirijan dicha reforma tales como los principales gobernantes de la historia, si bien hemos de excluir a todos aquellos que han hecho de su poder una herramienta de terror para enriquecerse a costa del pueblo.

Importante seria utilizar la diplomacia en el sentido contextual correcto de la palabra. Tratados de paz de mutuo acuerdo, y finalmente tolerancia para diferentes costumbres atribuidas a sus etnias correspondientes. Tales costumbres derivadas de las actitudes religiosas de las diferentes culturas son in-excluibles debido a que forman parte de la vida y el equilibrio de determinados individuos pero no son del todo directamente imprescindibles.

La necesidad de un espíritu colectivo progresista y para nada conservador y la liberalización de las principales energías así como la distribución correcta de los recursos mas básicos son una formula esencial de desarrollo necesaria sobretodo para los países subdesarrollados.

No debemos obviar la necesidad de una educación básica al alcance de todos debido a que la ignorancia y la analfabetización de algunos colectivos son una de las principales causas de la pasividad que se observa en el panorama actual, todo ello derivado de la falta de medios, claro está.

En mi opinión considero que un buen gobernante no ha de ser por fuerza un superdotado sino que únicamente debe concebir en su mundo interno una ilusión en la cual el mundo funcione con pasión y fuerza, hermanados unos con otros, esperando la llegada del futuro con ilusión y esperanza, sin miedo a la muerte y contribuyendo a que, generaciones posteriores acojan nuestro legado y hagan de él un bien común.

Miguel Gómez,
H&SFR friend.

jueves, junio 23, 2005

Sociedad natural / Sociedad política

Una definición de sociedad política, fundada en las interrelaciones subjetivas de sus individuos (convivencia según pautas, dominación, disputas...) obligará a incluir a las sociedades humanas más primitivas entre las sociedades políticas; por la misma razón habría que incluir a las sociedades de insectos o de primates. Afirmamos que existe la posibilidad de pensar en sociedades humanas cuyas características políticas, en sentido amplio, aun siendo específicas puedan seguir siendo cogenéricas (convivencia, dominación); pero que hay sociedades humanas cuyas características políticas no se encuentran de ningún modo en el plano zoológico (es imposible encontrar el correlato de un parlamento en una sociedad de macacos) y habrá que interpretarlas como supragenéricas [61]. Insistimos en la tesis de la existencia primitiva de sociedades humanas que todavía no han alcanzado la forma de sociedades políticas, y hablaremos de sociedades humanas naturales. Desde la perspectiva de las categorías políticas, la línea divisoria entre las sociedades naturales y las políticas no la trazaríamos siguiendo la frontera que separa a los primates no humanos de los humanos, sino que la adelantaríamos, de suerte que la sociedad natural incluya, desde el punto de vista político, tanto a bandas de babuinos o de gorilas descritos por los etólogos como a las bandas y clanes de grupos locales bosquimanos, esquimales o shoshonis descritos por los etnólogos.

Otro punto de importancia en la cuestión de la distinción entre sociedades naturales y sociedades políticas es aquel que hace referencia a su formato holótico. Con frecuencia se presupone que al hablar de sociedades naturales nos referimos a una clase disyunta de la clase que engloba a las sociedades políticas. Esto supuesto, cuando se trata de atenuar ese corte abrupto lo que se hace es introducir totalidades intermedias, eslabones que siguen siendo separados abruptamente. Con todo esto se olvida que el material que nos disponemos a clasificar es, en gran medida, el mismo: la sociedad humana que se desarrolla, que la sociedad política es la misma sociedad natural reorganizada. Por tanto, que la diferencia habrá que verla como una diferencia entre partes de una misma sociedad (considerada desde el punto de vista de la continuidad sustancial). Así, al hablar de sociedades naturales no estaremos obligados a eliminar de ellas todo vestigio o rudimento formal de componente o función política. Por el contrario, tenemos que reconocerlos, pero por modo parcial. La sociedad política aparecerá cuando estos componentes políticos de las sociedades naturales se desarrollen hasta alcanzar una proporción y estructura determinadas. «Político» o «política» dice referencia a una sociedad y sólo a su través a los individuos de la misma. «Política» es todo aquello que aparece ordenado al planeamiento o subsistencia de una sociedad, globalmente considerada; por lo que un plan o programa [238] referido al todo social, o a un determinante holótico suyo, podrá ser considerado político aun cuando no penetre en la integridad de las partes de esa sociedad. Los jefes de una tribu que, en una batalla, deciden retirarse para salvar lo principal, aun sacrificando prisioneros, armas, &c., actúan políticamente aunque sea de un modo rudimentario. {PEP 141-145}

Pelayo García Sierra,
Diccionario Filosófico.

martes, junio 21, 2005

Campaña de desarme

El problema: Un escándalo del siglo XX aún por resolver

En 1970, a través del Tratado de No Proliferación, las potencias nucleares del mundo acordaron deshacerse de sus arsenales y evitar que nuevos países se hicieran con armas nucleares. Treinta y cinco años después las promesas no se han cumplido y, ante la indiferencia de la opinión pública, la amenaza de las armas nucleares sigue siendo real y cada vez es mayor.

La carrera nuclear que empezó con los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki no ha terminado. Las potencias nucleares, en vez de renunciar a estas armas, perfeccionan sus arsenales. Si no se cumplen los compromisos de desarme nuclear la consecuencia es, como estamos viendo, que cada vez más países están o quieren estar en el “club de la bomba atómica”. Y si no se eliminan los arsenales y la fabricación de los elementos que hacen posible la elaboración de armas nucleares, la tarea de impedir que lleguen “a manos equivocadas” está sencillamente destinada a fracasar antes o después.

La amenaza de las armas nucleares es ahora mayor que nunca.

¿Qué podemos hacer?

El año 2005, en el que se conmemoran los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, es importante para el desarme nuclear. El Tratado de No Proliferación será revisado, como ocurre cada cinco años, y será el momento de comprobar la voluntad política de todos los países, y no sólo de las cinco potencias nucleares reconocidas (China, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido y Francia), para cumplir con el objetivo de lograr un mundo libre de armas nucleares. Greenpeace trabajará para que los Estados parte de ese Tratado apoyen decisiones firmes y concretas encaminadas al desarme nuclear .¿Quieres ayudarnos a convencer al Gobierno español?

Greenpeace, España

lunes, junio 20, 2005

Erradicación de la Pobreza

* Pobreza extrema y el hambre.

* Educación.

* Enfermedades epidémicas.

* Igualdad de género.

* Medio ambiente sostenible.

* Comercio justo.

viernes, junio 17, 2005

Un mundo libre de guerra, Noam Chomski

Espero que no les moleste que comience esta charla refiriéndome a algunos hechos evidentes. No es ninguna novedad que vivimos en un mundo de conflictos y confrontaciones. Si bien existe una multiplicidad de facetas a la hora de analizar un tema tan complejo, en los últimos años se ha demarcado con extrema claridad una línea divisoria. Si se me permite simplificar un poco, aunque no demasiado, las partes en conflicto son, por un lado, los centros de poder concentrado, estatales y privados, en estrecha interrelación; por el otro, la población mundial en general. En términos anticuados, diríamos una "lucha de clases".

El poder concentrado continúa la guerra sin dar el brazo a torcer y con plena conciencia de sus actos. Los documentos gubernamentales y las publicaciones del mundo empresario revelan que en su mayoría son marxistas vulgares, aunque por supuesto con los valores invertidos. También están asustados -desde la Inglaterra del siglo XVII, a decir verdad-. Son conscientes de que el sistema de dominación es frágil, de que se basa en el disciplinamiento de la población mediante un medio u otro. Hay una búsqueda desesperada de enemigos: en los últimos años, entre otros, lo fueron el comunismo, el crimen, las drogas y el terrorismo. Los pretextos cambian pero las políticas se mantienen estables. A veces el cambio de pretexto y la continuidad de la política es evidente y difícil de pasar por alto: por ejemplo, después de la caída de la Unión Soviética. Naturalmente aprovechan todas las oportunidades que encuentran para llevar adelante su programa: el 11 de septiembre es un caso típico. Las crisis permiten aprovecharse del miedo y la preocupación para aturdir al adversario y exigirle que sea sumiso, obediente y silencioso, mientras el poderoso aprovecha la oportunidad para continuar con su programa, incluso con mayor intensidad. Estos programas varían según el tipo de sociedad: en los Estados más brutales, consiste en un aumento de la represión y del terror; en las sociedades en las que la población ha alcanzado un mayor grado de libertad, en medidas para imponer la disciplina mientras se efectúa un traspaso aun mayor del poder y la riqueza a sus propias manos. En los últimos meses se produjeron situaciones que lo ejemplifican en distintas partes del mundo.

Sus víctimas ciertamente deberían oponer resistencia a la previsible explotación de la crisis y concentrar sus esfuerzos, sin dar el brazo a torcer, en los asuntos primordiales, que siguen siendo los mismos: entre otros, la militarización creciente, la destrucción del medio ambiente y el ataque a gran escala contra la democracia y la libertad, el corazón mismo de los programas "neoliberales".

El conflicto continuo está simbolizado ahora mismo por este Foro Social Mundial (FSM) y por el Foro Económico Mundial (FEM) en Nueva York. El FEM reúne a "los que mueven los hilos", los "ricos y famosos", los "genios de todo el mundo", "los líderes del gobierno y los ejecutivos de las empresas, ministros de Estado y de Dios, políticos y expertos" que se reúnen para "pensar con detenimiento" y enfrentar "los grandes problemas que afectan a la humanidad". Algunos ejemplos: "cómo inyectar valores morales a lo que hacemos". O un panel llamado "Dime lo que comes", liderado por "el príncipe actual de la escena gastronómica", cuyos elegantes restaurantes serán "invadidos por los participantes del foro". También se menciona un "anti-foro" en Brasil donde se espera a 50.000 participantes. Se trata de "los anormales que se reúnen para protestar contra las reuniones de la Organización Mundial de Comercio". Uno puede interiorizarse más en las actividades de los anormales por una foto de un joven de aspecto desaliñado, con la cara cubierta, que escribe "asesinos mundiales" en una pared.

En su "carnaval", como se lo describe, los anormales tiran piedras, escriben graffitis, bailan y cantan mientras tratan una serie de temas aburridos que no vale la pena mencionar, al menos en EE.UU.: inversión, comercio, arquitectura financiera, derechos humanos, democracia, desarrollo sustentable, relaciones brasilero-africanas, GATS (Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios) y otros temas marginales. No están "pensando con detenimiento" acerca de "grandes problemas"; eso está limitado a los genios de Davos en Nueva York.

La retórica infantil, supongo, es un signo de inseguridad bien merecida.

A los anormales de este "anti-foro" se los define como "opositores a la globalización", un arma de propaganda que deberíamos rechazar con desdén. La "globalización" sólo significa integración universal. Ninguna persona cuerda se opone a la globalización. Esto debería resultar obvio para el movimiento obrero y la izquierda; el término "internacional" no es precisamente desconocido en su historia. De hecho, el FSM es uno de los logros más emocionantes y promisorios de las esperanzas de la izquierda y de los movimientos populares desde sus orígenes modernos de llevar a cabo una verdadera internacional, que aspire a un programa globalizador sobre la base de las necesidades e intereses de las personas más que de las concentraciones ilegítimas de poder. Éstas, por supuesto, quieren apropiarse del término "globalización" para restringirlo a su peculiar visión de la integración internacional, basada en sus propios intereses, para los que los seres humanos son un accidente. Con la implementación de esta terminología ridícula, aquellos que busquen una forma sana y justa de globalización pueden ser considerados miembros de un movimiento "anti-globalización", ridiculizados como primitivistas que quieren un retorno a la Edad de Piedra, hacer daño a los pobres, y otros improperios a los que estamos acostumbrados.

Los genios de Davos se autodenominan con modestia "la comunidad internacional", pero personalmente prefiero el término utilizado por el principal diario de negocios del mundo, el Financial Times , que los llama "los amos del universo". Como los amos dicen ser admiradores de Adam Smith, podríamos esperar que se atengan a la explicación que éste dio de su comportamiento, aunque Smith sólo los consideró "amos de la humanidad" (por supuesto, antes de la era espacial).

Smith se refería a los "arquitectos principales de la política" de su época, los comerciantes y fabricantes de Inglaterra, que cuidaban que "se atendiera muy especialmente" sus propios intereses, sin importar la "gravedad" del impacto que esto pudiera tener sobre los demás, incluida la población inglesa. La "máxima vil de los amos de la humanidad" que regía su política interna y exterior era "todo para nosotros y nada para los demás". No debería sorprendernos que los amos actuales se rijan por la misma "máxima vil". Al menos lo intentan, aunque a veces se lo dificulten los anormales, esa "gran bestia", para tomar prestado el término que utilizaban los Padres Fundadores de la democracia estadounidense al referirse a la población rebelde que no comprendía que el principal objetivo del gobierno era "proteger a la minoría opulenta de la mayoría de la población", como explicó el principal artífice de la Constitución de EE.UU. en los debates de la Convención Constituyente.

Retomaré luego este asunto, pero primero querría referirme al tema que da título a esta sesión, "un mundo libre de guerra", con el que está estrechamente relacionado. Por lo general, resulta difícil predecir el futuro de la humanidad. Pero podemos estar muy seguros, por ejemplo, de que o bien existirá un mundo libre de guerra, o no existirá mundo alguno (o por lo menos, no un mundo habitado por criaturas que no sean bacterias y escarabajos, o alguna otra especie dispersa). Conocemos el porqué: los seres humanos han desarrollado medios capaces de destruir el mundo y a toda su población, y durante medio siglo se han acercado peligrosamente a su utilización. Además, en la actualidad los líderes del mundo civilizado están abocados a arriesgar cada vez más la supervivencia de la especie, con plena conciencia de lo que hacen, al menos si leen los informes de sus propios servicios de inteligencia y de los analistas estratégicos respetados, incluidos muchos que favorecen plenamente la vía de la destrucción. Lo que no presagia nada bueno es que los planes se desarrollan e implementan basándose en argumentos que se encuentran dentro de la lógica de los valores y la ideología dominantes, que ubican a la supervivencia bien por debajo de la "hegemonía", el objetivo principal de los defensores de estos programas, como insisten con franqueza.

Es probable que en el futuro seamos testigos de guerras por agua, energía y otros recursos naturales, con consecuencias que podrían ser devastadoras. Sin embargo, en su mayoría, las guerras han sido la consecuencia de la imposición del sistema del estado-nación, una formación social antinatural que suele establecerse por medios violentos. Esta es una de las principales razones por la cual, durante siglos, mientras conquistaba la mayor parte del mundo, Europa fue la zona más salvaje y brutal del planeta. El origen de la mayoría de los conflictos actuales desde la caída del sistema colonial formal se encuentra en los esfuerzos europeos por imponer sistemas estatales en los territorios conquistados. La masacre mutua, deporte favorito de Europa, debió detenerse en 1945, cuando se tomó conciencia de que la próxima vez que se produjera sería también la última. Otra predicción que podemos realizar con plena seguridad es que no habrá guerras entre grandes potencias; la razón es que si la predicción fuera incorrecta, no habrá nadie para corroborarlo. Además, el activismo popular dentro de las sociedades ricas y poderosas ha tenido un efecto civilizador. Como resultado de las movilizaciones populares de protesta, los "que mueven los hilos" ya no pueden realizar agresiones prolongadas, como cuando EE.UU. atacó Vietnam del Sur hace 40 años y destruyó gran parte del país. Entre los muchos efectos civilizadores del fermento de los años ´60 está la oposición general a la agresión y a la masacre a gran escala, reformulada en el sistema ideológico dominante como la negativa a aceptar bajas dentro de las fuerzas armadas ("el síndrome de Vietnam"). Este es el motivo por el cual la administración Reagan tuvo que recurrir al terrorismo internacional en lugar de invadir Centroamérica directamente, según el modelo Kennedy-Johnson, en su guerra para derrotar la teología de la liberación, como describe orgullosamente su logro la Escuela de las Américas. Los mismos cambios explican el informe de inteligencia de la primera administración Bush en 1989, advirtiendo que en guerras contra "enemigos mucho más débiles" -el único tipo que tiene sentido enfrentar- EE.UU. debe "derrotarlos de forma terminante y con rapidez" o la campaña perderá el "apoyo político", que se sabe escaso. Las guerras, desde entonces, han seguido este patrón, y la magnitud de las protestas y del disenso ha aumentado a un ritmo constante. Por lo tanto, existen cambios de una naturaleza mixta.

Cuando los pretextos desaparecen, se deben buscar nuevos pretextos para controlar a la gran bestia y continuar con las políticas tradicionales adaptadas a las nuevas circunstancias. Esto ya resultaba evidente 20 años atrás. Era difícil no reconocer que el enemigo soviético se estaba enfrentando a problemas internos y pronto dejaría de ser una amenaza creíble. Éste fue en parte el motivo por el cual la administración Reagan, hace 20 años, declaró que la "guerra contra el terrorismo" sería el eje de la política exterior de EE.UU., especialmente en Centroamérica y Oriente Medio, las fuentes principales de esa plaga diseminada por los "depravados oponentes de la civilización misma" en un "retorno a la barbarie en la edad moderna", como explicó George Shultz, miembro moderado de la administración, quién advirtió también que la solución era la violencia y que deberían evitarse los "medios legistas y utópicos como la mediación externa, la Corte Mundial y las Naciones Unidas". No necesitamos detenernos en cómo se luchó en estas dos regiones, y en otros lugares, mediante una red extraordinaria de estados apoderados y mercenarios; un "eje del mal" si tomamos prestado un término más actual.

Es interesante notar que en los meses posteriores a la guerra que EE.UU. volvió a declarar después del 11 de septiembre, que repite muchos de los mismos elementos retóricos, todo esto se ha hecho desaparecer por completo, incluso el hecho de que la Corte Mundial y el Consejo de Seguridad hayan condenado a EE.UU. por terrorismo internacional (vetado) y que éste haya respondido intensificando el ataque terrorista que se le obligó a detener; o el hecho de que las mismas personas que están dirigiendo las misiones diplomáticas y militares de la nueva guerra contra el terrorismo fueran personas clave en la ejecución de atrocidades terroristas en Centroamérica y Oriente Medio durante la primer fase de la guerra. El silencio que cubre estos asuntos es un verdadero homenaje a la disciplina y a la obediencia de las clases educadas en las sociedades democráticas y libres.

No está equivocado quien piense que la "guerra contra el terrorismo" servirá nuevamente como pretexto para la intervención y las atrocidades en los años por venir, y no sólo a manos de EE.UU.; Chechenia es sólo uno entre numerosos ejemplos. No hay necesidad de pensar demasiado en lo que esto augura para Latinoamérica; al menos en Brasil, el primer objetivo de la ola de represión que invadió Latinoamérica después de que la administración Kennedy, en una decisión de importancia histórica, cambió la misión del ejército latinoamericano de "defensa hemisférica" a "seguridad interior", un eufemismo por terrorismo de estado dirigido contra la población nacional. Esto continúa aun, a gran escala, en especial en Colombia, que lidera en la década del 90 las violaciones a los derechos humanos dentro del hemisferio, y por lejos es el principal destinatario de armas y entrenamiento militar estadounidense, según un patrón coherente documentado incluso en la bibliografía convencional.

Por supuesto, una vasta literatura se ha concentrado en la "guerra contra el terrorismo" durante la primera fase en la década del ´80 y desde que se volvió a declarar en los últimos meses. Una característica interesante de la avalancha de análisis, tanto entonces como ahora, es que no se nos explica en qué consiste el "terrorismo". Lo que se nos dice en su lugar es que ésta es una cuestión compleja y desconcertante. Es curioso, porque existen definiciones concretas en documentos oficiales de EE.UU. Una definición sencilla describe el terrorismo como "el uso deliberado de violencia o de la amenaza de violencia para alcanzar objetivos de naturaleza política, religiosa o ideológica". Ésta parece ser bastante apropiada, pero no puede utilizarse, por dos motivos. El primero es que también define la política oficial, llamada "contrainteligencia" o "conflicto de baja intensidad". El otro es que pone en evidencia todas las respuestas equivocadas, los hechos demasiado obvios para revisar pero que sin embargo fueron suprimidos con una eficiencia sorprendente.

El problema de encontrar una definición de "terrorismo" que excluya los casos más notables es realmente complejo y desconcertante. Pero, afortunadamente, existe una solución sencilla: definir "terrorismo" como los actos terroristas que los demás realizan contra nosotros. Al pasar revista a la bibliografía académica sobre el terrorismo, a los medios y las publicaciones intelectuales, uno puede percibir que casi no existe excepción a este uso, y que todo alejamiento del mismo provoca una furia impresionante. Además, la práctica probablemente sea universal: los generales en Sudamérica estaban protegiendo a la población del "terror dirigido desde afuera", de la misma forma en que los japoneses lo hacían en Manchuria y los nazis en la Europa de la ocupación. Si existe una excepción, no la he podido encontrar.

Volvamos a la noción de "globalización" y a la relación que establece con la amenaza de guerra, tal vez de guerra terminal.

La versión de la "globalización" diseñada por los amos del universo tiene un amplio apoyo de las elites, lo que no debe sorprendernos, del mismo modo que brindan apoyo a los denominados "tratados de libre comercio", que el Wall Street Journal , más honestamente, ha llamado "tratados de libre inversión". Se informa muy poco acerca de estos temas, y simplemente se suprime la información crucial; por ejemplo, después de una década, excepto en fuentes disidentes, todavía no se ha informado sobre la postura del movimiento obrero de EE.UU. ni sobre las conclusiones a las que llegó la Oficina de Investigación del Congreso (la Oficina de Evaluación de Tecnologías) sobre el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica). Y el tema no forma parte de la agenda política electoral. Hay buenos motivos. Los amos saben bien que el público manifestará su oposición si obtiene la información. Sin embargo, son francos al tratar entre ellos. Hace un par de años, bajo una enorme presión pública, el Congreso rechazó la legislación de "vía rápida" que otorga al presidente la autoridad para promulgar acuerdos económicos internacionales permitiendo al Congreso votar por "Si" (o, teóricamente, "No") sin debate ni información al público. Como otros sectores de la opinión de elite, el Wall Street Journal se mostró consternado por el fracaso del socavamiento de la democracia. Pero explicó el problema: los opositores de estas medidas estalinistas tienen un "arma fundamental", la población en general, que por lo tanto debe permanecer a oscuras. Esto es muy importante, especialmente en las sociedades más democráticas, donde no se puede sencillamente encarcelar o asesinar a los disidentes, como sucede en los países que reciben la mayor parte de la ayuda militar de EE.UU., como El Salvador, Turquía y Colombia, para enumerar a los campeones mundiales actuales y recientes (dejando de lado a Israel y Egipto).

Uno podría preguntarse por qué la oposición pública a la "globalización" ha sido tan intensa durante tantos años. Esto parece extraño en una era en que ha llevado a una prosperidad sin precedentes, según se nos informa constantemente, en especial en EE.UU., con su "economía de cuento de hadas". Durante la década de 1990, EE.UU. vivió "el crecimiento económico más grande de la historia del país, y del mundo", escribió Anthony Lewis en el New York Times hace un año, repitiendo el estribillo estándar desde el espectro admisible de la extrema izquierda. Se concede la existencia de imperfecciones: algunos han quedado atrás en el milagro económico, y nosotros, las personas de buen corazón, tenemos que hacer algo al respecto. Las imperfecciones reflejan un dilema profundo y problemático: el rápido crecimiento y la prosperidad producidos como consecuencia de la "globalización" trajeron aparejada una desigualdad creciente, ya que algunos carecen de las habilidades para disfrutar de los maravillosos regalos y oportunidades.

La imagen es tan habitual que es difícil notar lo poco que se parece a la realidad. Antes del breve boom de finales de los años 90 (que no compensaron ni mucho menos el estancamiento o el deterioro previos de la mayoría de la población), el crecimiento per capita durante los "locos años 90" fue aproximadamente igual al del resto del mundo industrializado, mucho menor que durante los primeros 25 años de posguerra antes de la así llamada "globalización" y extremadamente menor que durante los años de guerra, el boom económico más grande en la historia de EE.UU. bajo una economía semicontrolada. ¿Cómo puede ser entonces que la imagen convencional sea tan distinta de los hechos? La respuesta es muy simple: para un pequeño sector de la sociedad, la década del 90 fue realmente un gran boom económico. Da la casualidad que este sector incluye a aquellos que dan a los demás las felices noticias. Y no se los puede acusar de deshonestidad. No tienen motivo para dudar de lo que dicen. Lo leen constantemente en las publicaciones para las que escriben, y está de acuerdo con su experiencia personal: es cierto sobre las personas con las que se reúnen en las oficinas de las redacciones, los clubes de las facultades, las conferencias de elite como a la que ahora asisten los genios y los elegantes restaurantes donde cenan. Es sólo que el mundo es distinto.

Echemos un rápido vistazo al asunto desde un punto de vista más amplio. La integración económica internacional -una de las facetas de la "globalización" en su sentido neutro- aumentó con rapidez antes de la Primera Guerra Mundial, se detuvo o disminuyó durante el período de entreguerras y continuó después de la Segunda Guerra Mundial, alcanzando ahora los niveles de hace un siglo debido a medidas negligentes; en detalle, la estructura es más compleja. Desde cierto punto de vista, la globalización era mayor antes de la Primera Guerra Mundial: un ejemplo es la "libre circulación de trabajadores", la base del libre mercado según Adam Smith, aunque no de sus admiradores contemporáneos. Desde otro punto de vista, la globalización es mucho mayor actualmente: un ejemplo terrible -y no es el único- es el flujo de capitales especulativos de corto plazo, muy superior a cualquier valor precedente. La distinción refleja algunas de las características centrales de la versión de la globalización preferida por los amos del universo: en una medida que excede toda norma, el capital es prioritario y las personas son incidentales.

La frontera mexicana es un ejemplo interesante. Como la mayoría de las fronteras, es artificial, se trata del resultado de una conquista y ha permitido el flujo en ambas direcciones por una variedad de motivos socioeconómicos. Clinton la militarizó después de que se firmara el NAFTA para impedir "la libre circulación de trabajadores". Esto fue necesario debido a los efectos anticipados que el NAFTA tuvo en México: un "milagro económico" que resultó ser un desastre para gran parte de la población, que tenía la intención de escapar. En esos años, el flujo de capitales, ya de un alto nivel de libertad, fue acelerado aun más, junto a lo que se denomina "comercio", alrededor de 2/3 del cual está administrado hoy por tiranías privadas, que antes del NAFTA dominaban la mitad del mismo. Denominarlo "comercio" es sólo una decisión de tipo doctrinaria. Hasta donde yo sé, nadie ha analizado los efectos del NAFTA sobre el comercio real.

Una medida más técnica de la globalización es la convergencia en un mercado global, con precios y salarios únicos. Esto no ha sucedido en absoluto. En relación con los ingresos, al menos, lo contrario está más cerca de la verdad. Aunque mucho depende de cómo se lo mida exactamente, hay buenos motivos para creer que la desigualdad ha aumentado dentro de los países y entre ellos. Se espera que esto continúe. Los servicios de inteligencia de EE.UU., con la participación de especialistas de universidades y del sector privado, dieron a conocer recientemente un informe sobre las expectativas para el año 2015. Esperan que la "globalización" continúe su curso: "Su evolución será inestable y estará marcada por una volatilidad financiera crónica y una ampliación de la brecha económica". Esto significa menor convergencia, menor globalización en el sentido técnico, pero más globalización en el sentido doctrinario. La volatilidad financiera implica aun un menor crecimiento y mayores crisis y pobreza.

Es en este punto que se establece una conexión clara entre la "globalización" en el sentido que le dan los amos del universo y el aumento de las posibilidades de que ocurra una guerra. Los planificadores militares hacen las mismas proyecciones y han explicado abiertamente que estas expectativas se basan en la amplia expansión del poderío militar. Incluso antes del 11 de septiembre, el presupuesto militar de EE.UU. superó al de los aliados y los adversarios combinados. Se han explotado los ataques terroristas para aumentar tremendamente el presupuesto militar, deleitando a elementos clave de la economía privada. El programa más amenazante es la militarización del espacio, que también se encuentra en proceso de ampliación con la excusa de la "lucha contra el terrorismo".

Documentos de la era Clinton explican públicamente el razonamiento en el que se basan estos programas. Uno de los motivos principales es la brecha creciente entre los ricos y los desposeídos, que se espera que siga creciendo, en contra de la teoría económica pero en concordancia con la realidad. Los desposeídos -la "gran bestia" del mundo- pueden provocar trastornos y deben ser controlados en aras de lo que en la jerga técnica se denomina "estabilidad", lo que significa subordinación a los dictámenes de los amos. Esto requiere de medios de violencia, y habiendo "asumido, para la defensa del propio interés, la responsabilidad del bienestar del sistema capitalista mundial", EE.UU. debe llevar la delantera; estoy citando al historiador diplomático Gerald Haines, también historiador de la CIA, cuando describía los planes de EE.UU. en la década de 1940 en un estudio académico. El dominio aplastante sobre las armas y las fuerzas de destrucción masiva convencionales no es suficiente. Se debe atravesar la siguiente frontera: la militarización del espacio, que desafía el Tratado sobre el Espacio Exterior de 1967, cumplido hasta ahora. Al reconocer el propósito, la Asamblea General de la ONU volvió a ratificar el tratado muchas veces; EE.UU., prácticamente aislado, se negó a hacerlo. Y Washington ha interrumpido las negociaciones en la Conferencia sobre Desarme de la ONU acerca de este tema el último año; se trata de hechos apenas mencionados, por los motivos de siempre. No es prudente permitir a los ciudadanos conocer los planes que pueden llevar a su fin el único experimento de la biología con una "inteligencia superior".

Como se ha notado, estos programas benefician a la industria militar, pero no debemos olvidar que el término puede inducir a error. A lo largo de la historia moderna, y con un incremento enorme después de la Segunda Guerra Mundial, se ha utilizado el sistema militar como un instrumento para socializar el costo y el riesgo mientras se privatizan las ganancias. La "nueva economía" es en gran medida un producto del sector estatal innovador y dinámico de la economía de EE.UU. El motivo principal por el cual el gasto público en ciencias biológicas ha estado aumentando con rapidez es que los miembros inteligentes de la derecha comprenden que la vanguardia de la economía se basa en estas iniciativas públicas. Se ha planificado un aumento impresionante con el pretexto del "bioterrorismo", de la misma forma en que se engañó a la población para que pagara por la nueva economía con el pretexto de que los rusos estaban llegando. O, después de que cayó la URSS, debido a la amenaza que representaba la "sofisticación tecnológica" de los países del tercer mundo, como indicó el cambio en la línea del Partido en los años 90, de forma instantánea, sin que a nadie le diera un vuelco el corazón y casi sin ningún comentario. Este es también un motivo por el cual las exenciones a la seguridad nacional tienen que ser parte de acuerdos económicos internacionales: no ayudará a Haití, pero permite a la economía de EE.UU. crecer bajo el principio tradicional de una dura disciplina de mercado para los pobres y un estado niñera para los ricos. Lo que se denomina "neoliberalismo", aunque no es un término apropiado: la doctrina tiene cientos de años y escandalizaría a los liberales clásicos.

Uno podría argumentar que estos gastos públicos en muchos casos valieron la pena. Tal vez, tal vez no. Pero es evidente que los amos temían la opción democrática. Al público general se le oculta todo esto, aunque sus participantes lo comprenden muy bien.

Mediante la militarización del espacio con la noción de la "defensa misilística", se disfrazan los planes para cruzar la última frontera de la violencia; pero cualquiera que preste atención a la historia sabe que cuando oímos la palabra "defensa" tenemos que pensar en "ataque". En este caso, no nos encontramos ante una excepción. Se ha declarado con mucha franqueza el objetivo: asegurar el "dominio global", la "hegemonía". Los documentos oficiales hacen hincapié en que el objetivo es "proteger los intereses y las inversiones de EE.UU." y controlar a los pobres. Hoy en día, esto requiere del dominio del espacio, de la misma forma que en épocas anteriores los estados más poderosos creaban ejércitos y armadas "para proteger y ampliar sus intereses comerciales". Se reconoce que estas nuevas iniciativas, en las que EE.UU. lleva ampliamente la delantera, plantean una amenaza seria a la supervivencia. Y también se reconoce que se podrían prevenir mediante tratados internacionales. Pero como mencioné antes, la hegemonía es un valor que está por encima de la supervivencia, un cálculo de dudosa moral que ha prevalecido entre los poderosos a lo largo de la historia. La única diferencia es que lo que está en riesgo en este caso es mucho más importante.

Lo importante es que el esperado éxito de la "globalización" en el sentido doctrinal es uno de los principales motivos que se da para justificar la utilización del espacio como arma ofensiva de destrucción masiva instantánea.

Volvamos ahora a la "globalización" y al " boom económico más grande de la historia del país y del mundo" de la década del 90.

Desde la II Guerra Mundial, la economía internacional atravesó dos fases: la fase de Bretton Woods, hasta principios de los 70, y el período posterior, con el desmantelamiento del sistema de control de divisas y de movimiento de capital de Bretton Woods. Es la segunda fase a la que se la denomina "globalización" y se asocia a las políticas neoliberales del "consenso de Washington". Las dos fases son muy distintas. A la primera se la suele llamar la "era dorada" del capitalismo (de estado). La segunda fase llegó acompañada por un marcado deterioro en las medidas macroeconómicas estándar: índice de crecimiento de la economía, productividad, inversión de capital, incluso comercio mundial; tasas de interés mucho más altas (lo que ha hecho daño a las economías); gran acumulación de reservas improductivas para proteger las monedas; mayor volatilidad financiera; y otras consecuencias nocivas. Hubo excepciones, en particular en los países del este asiático, que no siguieron las reglas: no adoraron la "religión" según la cual "el mercado tiene la solución", como describió Joseph Stiglitz en un trabajo de investigación publicado por el Banco Mundial poco antes de que fuera designado economista en jefe, luego destituido (y ganado el Premio Nobel). En cambio, los peores resultados se obtuvieron en los países donde se aplicaron las reglas a rajatabla, como en América Latina, hechos bien conocidos y documentados, entre otros, por José Antonio Ocampo, director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEALC) en una conferencia ante la Asociación Económica Americana hace un año. "La tierra prometida es un espejismo", dijo, el crecimiento en la década del 90 fue mucho menor que el de las tres décadas de "desarrollo conducido por el Estado" de la Fase I. También observó que la relación directa existente entre seguir las reglas y las consecuencias económicas nefastas se aplica a todo el mundo.

Volvamos, entonces, al profundo y problemático dilema: el rápido crecimiento y la gran prosperidad que trajo consigo la globalización trajo desigualdad porque algunos carecen de habilidades. No hay dilema aquí, porque el crecimiento y la prosperidad rápidas son un mito.

Muchos economistas internacionales consideran a la liberalización del capital como un factor importante en los pobres resultados de la fase II. La economía es un asunto complejo, tan poco comprendido que debemos ser cautelosos con las conexiones causales. Pero una de las consecuencias de la liberalización del capital es evidente: debilita la democracia. Esto lo comprendieron los artífices de Bretton Woods: uno de los motivos por el cual los acuerdos se basaron en la regulación de capital fue permitir a los gobiernos que desarrollaran políticas sociales democráticas, que contaban con un enorme apoyo popular. El movimiento libre de capitales crea lo que ha sido llamado un "Senado virtual" con "derecho a veto" sobre las decisiones del gobierno, lo que restringe de forma pronunciada las opciones políticas. Los gobiernos se enfrentan a un "doble electorado": los votantes por un lado y los especuladores por otro, quienes "a cada instante someten a plebiscito" las políticas del gobierno (citando un estudio técnico del sistema financiero). Incluso en los países ricos, prevalece el electorado privado.

Otros componentes de la "globalización" beneficiosa para los inversores tienen consecuencias similares. Cada vez más, las decisiones socioeconómicas llevan a incomprensibles concentraciones de poder, un rasgo esencial de las "reformas" (un término de propaganda, no técnico) neoliberales. Es de suponer que se esté planeando la ampliación del ataque a la democracia sin un debate público en las negociaciones para un Acuerdo General sobre el Comercio en Servicios (GATS). El término "servicios", como sabrán, se refiere a todo lo que forma parte de las opciones dentro de una escena democrática: salud, educación, bienestar, servicios postales y de comunicación, agua y otros recursos, etc. No tiene sentido referirse al traspaso de estos servicios a manos privadas como "comercio", pero el término ha perdido tanto de su sentido que bien puede extenderse a esta farsa.

Las multitudinarias manifestaciones públicas de protesta en Quebec de abril del año pasado en la Cumbre de las Américas, llevada a cabo por los anormales de Porto Alegre, estuvieron dirigidas en parte en contra del intento de imponer los principios del GATS en secreto dentro del plan del Area de Libre Comercio de las Americas (ALCA). Esas protestas reunieron una gran cantidad de personas, del Norte y del Sur, que se opuso a los planes ideados por ministros de economía y ejecutivos de corporaciones a escondidas.

Las protestas recibieron la cobertura a la que estamos acostumbrados: los anormales arrojan piedras y perturban a los genios que piensan en los grandes problemas. La invisibilidad de sus verdaderas preocupaciones es digna de mención. Por ejemplo, el corresponsal económico del New York Times Anthony DePalma escribió que el acuerdo del GATS "no ha generado la controversia pública que se produjo [en la OMC] con los intentos de promover la venta de mercadería", incluso después de Seattle. De hecho, ha sido una preocupación principal durante años. Como en otros casos, esto no es un caso de engaño. El conocimiento que DePalma tiene de los anormales se limita a lo que deja ver el filtro de los medios, y es una ley de hierro del periodismo que se debe prohibir el ingreso a las preocupaciones serias de los activistas para permitir que la atención se concentre en alguien que arroja una piedra, tal vez un provocador de la policía.

La importancia de proteger al público de la información fue revelada de manera espectacular en la Cumbre de abril. Toda redacción de EE.UU. tenía sobre su escritorio dos estudios importantes, preparados para su publicación justo antes de la Cumbre. Uno era de Human Rights Watch, el otro del Instituto de Política Económica de Washington; ninguna de las dos organizaciones es particularmente poco conocida. Ambos estudios investigaban en profundidad los efectos del NAFTA, que fue aclamado en la cumbre como un gran triunfo y un modelo para el ALCA, con titulares que anunciaban con bombos y platillos los elogios de George Bush y otros líderes, todos aceptados como palabra santa. Ambos estudios fueron ocultados con casi total unanimidad. Es fácil entender el porqué. HRW analizó los efectos del NAFTA sobre los derechos de los trabajadores, los que, descubrió, se vieron perjudicados en los tres países participantes. El informe de IPE era más exhaustivo: consiste en el análisis detallado de los efectos del NAFTA en la población de trabajadores, escrito por especialistas de los tres países. La conclusión a la que llegaban es que es uno de los pocos acuerdos que perjudicó a la mayoría de la población en todos los países participantes.

Los efectos sobre México fueron especialmente graves, en particular en el Sur. Los salarios disminuyeron bruscamente con la imposición de los programas neoliberales en la década de 1980. Esto continuó después del NAFTA, con una disminución del 24% en los ingresos de los trabajadores asalariados, y del 40% entre los autónomos, un efecto amplificado por el rápido incremento de trabajadores no remunerados. Aunque la inversión extranjera aumentó, el total de inversiones disminuyó y se transfirió la economía a las manos de multinacionales extranjeras. El salario mínimo perdió el 50% de su poder adquisitivo. La actividad industrial disminuyó y el desarrollo se estancó o pudo haber retrocedido. Un pequeño sector se hizo extremadamente rico y los inversores extranjeros prosperaron.

Estos estudios confirman lo que han informado la prensa empresarial y los estudios académicos. El Wall Street Journal informó que, a pesar de que la economía mexicana creció a fines de los 90 después de una brusca caída posterior al NAFTA, los consumidores padecieron una disminución del 40% en su poder adquisitivo, la cantidad de personas que viven en extrema pobreza aumentó con un ritmo que dobla al crecimiento de la población y que incluso aquellos que trabajan en plantas de montaje que pertenecen a empresas extranjeras vieron afectado su poder adquisitivo. El área de estudios latinoamericanos del Centro Woodrow Wilson también llegó a una conclusión similar y resaltó la concentración de poder económico en un país en el que las pequeñas empresas no pueden obtener financiamiento, el cultivo tradicional despide trabajadores y los sectores de trabajo intensivo (agricultura, industria ligera) no puede competir internacionalmente con lo que se llama "la libre empresa" en el sistema doctrinario. La agricultura sufrió por los motivos de siempre: los pequeños agricultores no pueden competir con las empresas agrícolas de los Estados Unidos que reciben un amplio subsidio, con efectos similares en todo el mundo.

Críticos del NAFTA, incluida la desaparecida OTA y los estudios del movimiento obrero, predijeron la mayoría de estos efectos. Pero se equivocaban en un aspecto: la mayoría predijo un gran aumento en el crecimiento urbano, ya que cientos de miles de campesinos fueron echados de las tierras. Esto no sucedió. El motivo, parece, es que las condiciones de vida en las ciudades están tan deterioradas que hubo una enorme fuga incluso desde las ciudades hacia EE.UU. Aquellos que sobreviven al cruce de fronteras -muchos no lo hacen- trabajan por salarios muy bajos, sin beneficios, en condiciones deplorables. El efecto es la destrucción de vidas y comunidades en México y el mejoramiento de la economía de EE.UU., donde "el consumo de la clase media urbana continúa siendo subsidiado por el empobrecimiento de los trabajadores campesinos, tanto estadounidenses como mejicanos", señala el estudio del Centro Woodrow Wilson.

Estos son algunos de los costos del NAFTA, y de la globalización neoliberal en general, que los economistas tienden a pasar por alto. Pero incluso al nivel de los medidores estándar fuertemente ideológicos, los costos han sido severos.

No se permitió que nada de esto manchara la celebración del NAFTA y del ALCA en la cumbre. A menos que entren en contacto con organizaciones activistas, la mayoría de las personas sólo conoce estos hechos por su propia vida. Y cuidadosamente protegidos de la realidad por la Prensa Libre, muchos se creen fracasados, incapaces de participar en la celebración del mayor boom económico de la historia.

Los datos del país más rico del mundo son instructivos, pero no voy a entrar en detalles. El panorama es similar, con algunas variantes por supuesto, y excepciones del tipo ya descrito. El panorama es mucho peor cuando nos alejamos de los medidores económicos estándar. Uno de los costos es la amenaza a la supervivencia implícita en el razonamiento de los planificadores militares, ya tratado. Hay muchos otros. Para tomar uno, la OIT informó acerca de un crecimiento "epidémico mundial" de los trastornos mentales, por lo general relacionados con el estrés en el trabajo, con un costo fiscal sustancial en los países industrializados. Un factor determinante, concluyen, es la "globalización", que trae aparejada la "desaparición de la seguridad laboral" que produce tensión y una mayor carga horaria laboral, en particular en EE.UU. ¿Es este uno de los costos de la "globalización"? Desde un punto de vista, es uno de sus rasgos más interesantes. Cuando Alan Greenspan calificó el desempeño económico de EE.UU. como "extraordinario", hizo particular hincapié en el incremento de la sensación de inseguridad laboral, lo que supone una reducción en los costos para los empleadores. El Banco Mundial está de acuerdo. Reconoce que "la flexibilización del mercado laboral" ha adquirido "un mal renombre... como si se tratara de un eufemismo para la poda de salarios y empleados" pero, sin embargo, "es esencial en todas las regiones del mundo... Las reformas más importantes suponen promover la movilidad laboral y la flexibilidad salarial, así como la ruptura del vínculo entre servicio social y contratos de trabajo".

En pocas palabras, para la ideología dominante, echar trabajadores, reducir salarios y disminuir los beneficios son contribuciones cruciales para la salud económica.

El comercio desregulado trae mayores beneficios a las corporaciones. Gran parte del "comercio", probablemente la mayoría, está administrado desde una sede central mediante distintos estratagemas: transferencias internas, alianzas estratégicas y tercerización, entre otras. Amplias áreas del comercio benefician a las corporaciones al hacerlas menos responsables ante las comunidades locales y nacionales. Esto agrava los efectos de los programas neoliberales, que con frecuencia han reducido el nivel de ingresos laborales. En los Estados Unidos, la década del 90 fue el primer período de posguerra en el que la división de ingresos se inclinó hacia los dueños del capital, alejándose de los trabajadores. El comercio tiene una variedad de costos no medidos: energía subvencionada, el agotamiento de recursos y otros efectos no contabilizados. También trae ventajas, aunque aquí también hay que andar con cuidado. La más aclamada es que el comercio aumenta el nivel de especialización, pero sin aclarar que reduce las posibilidades, incluso la de modificar la ventaja comparativa, conocida en otros casos como "desarrollo". Opción y desarrollo son valores en sí mismos: debilitarlos tiene un costo grave. Si se hubiese obligado a las colonias norteamericanas a aceptar el régimen de la OMC hace 200 años, Nueva Inglaterra estaría persiguiendo su ventaja comparativa en la exportación de pescado, y seguramente no con la industria textil, que sobrevivió gracias a aranceles aduaneros exorbitantes para bloquear el ingreso de productos británicos (imitando el trato que Gran Bretaña tenía con India). Lo mismo sucedió con el acero y otras industrias hasta el día de hoy, en especial en los años proteccionistas de Reagan, incluso dejando de lado el sector estatal de la economía. Hay mucho para decir acerca de todo esto. Gran parte de la historia se esconde detrás de métodos de medición económica selectivos, aunque es bien conocido por historiadores de la economía y la tecnología.

Como todos los que están aquí presenten saben, es probable que las reglas de juego incrementen los efectos perjudiciales para los pobres. Las reglas de la OMC impiden el funcionamiento de los mecanismos utilizados por todo país rico para alcanzar su nivel actual de desarrollo y a la vez proveen un nivel de proteccionismo sin precedentes para los ricos, incluido el régimen de patentes que impide la innovación y el crecimiento creativos pero sí permite a las entidades corporativas amasar enormes ganancias mediante la fijación de precios monopólicos, por lo general desarrollada con un considerable aporte del público.

Bajo las versiones contemporáneas de los mecanismos tradicionales, la mitad de la población mundial se encuentra en las manos de un grupo de síndicos y su política económica administrada por expertos en Washington. Pero la democracia se encuentra en peligro incluso en los países ricos, porque las decisiones ya no las toma el gobierno, que podía ser en parte receptivo a la población, sino tiranías privadas, que no tienen ese defecto. Eslóganes cínicos como "confíe en la gente" o "reduzca el Estado", bajo las actuales circunstancias, no implican un aumento en el control por parte de la población. Llevan la toma de decisiones de los gobiernos a otras manos, pero no a la "gente": por lo general, a la gerencia de entes de existencia jurídica colectivistas, en gran medida sin responsabilidad ante el público, y en los hechos, totalitarias en su estructura interna, tal como los conservadores acusaban hace un siglo cuando se oponían a "la corporativización de EE.UU.".

Los especialistas y las instituciones que realizan encuestas de opinión han observado desde hace algunos años que la extensión de la democracia formal en Latinoamérica ha estado acompañada por una creciente desilusión acerca del sistema democrático. Esta "tendencia alarmante" persiste, señalan los analistas, y hacen hincapié en el vínculo existente entre "problemas económicos" y "falta de confianza" en las instituciones democráticas ( Financial Times ). Como señaló Atilio Borón hace algunos años, la nueva ola de democratización en Latinoamérica coincidió con las "reformas" económicas neoliberales que debilitan a la democracia real, un fenómeno que se extiende en todo el mundo, a través de distintas formas.

Incluso en los Estados Unidos. Ha habido mucho clamor público acerca de la "elección robada" de noviembre de 2000 y sorpresa ante el hecho de que a la gente no parece importarle. Los estudios de opinión pública sugieren posibles motivos, que revelan que en vísperas de las elecciones, el 75% de la población consideraba el proceso electoral casi como una farsa: un juego en el que participaban los contribuyentes financieros, los dirigentes de los partidos y la industria de las relaciones públicas, que construyó a los candidatos para decir "lo que sea, con tal de ser elegidos", por lo que era poco lo que uno podía creerles incluso cuando su mensaje era comprensible. Los ciudadanos no podían identificar la posición de los candidatos acerca de la mayoría de los temas, no porque fueran estúpidos o no lo intentaran, sino debido a los esfuerzos deliberados de la industria de las relaciones públicas. Un proyecto de la Universidad de Harvard que monitorea las actitudes ante la política señaló que "la sensación de impotencia ha alcanzado un pico alarmante". Más de la mitad de la población considera que tiene poca o ninguna influencia en las acciones del gobierno, con un incremento marcado durante el período neoliberal.

Los asuntos económicos, políticos e intelectuales en los que el público discrepa con las elites se encuentran prácticamente ausentes de la agenda, en especial la política económica. El mundo de los negocios, no sorprendentemente, se encuentra en su inmensa mayoría a favor de una "globalización" guiada por las corporaciones, los "tratados de libre inversión" llamados "tratados de libre comercio", el NAFTA y el ALCA, el GATS y otros mecanismos que concentran la riqueza y el poder en manos que no son responsables ante el público. Tampoco debe sorprendernos que la gran bestia tienda a oponerse, casi por instinto, incluso sin saber los hechos cruciales que se ocultan con cuidado. Se deduce que estos asuntos no son apropiados para las campañas políticas y que no salieron a la luz durante las elecciones de noviembre del 2000. Uno se hubiera visto en aprietos, por ejemplo, para encontrar un debate sobre la próxima Cumbre de las Américas y el ALCA, y otros tópicos que involucran asuntos de primera necesidad para el público. Se dirigió a los votantes a lo que la industria de las RR.PP. llama "cualidades personales" y se evitaron los "temas". Entre la mitad de la población que vota, ampliamente sesgada hacia los ricos, aquellos que reconocen que sus intereses de clase se encuentran en juego votan por esos intereses: en su inmensa mayoría, por el más reaccionario de los dos partidos de negocios. Pero el público general divide su voto de otras maneras, lo que lleva a un nudo estadístico. Entre los trabajadores, los temas no económicos como la propiedad de armas y la "religiosidad" fueron factores fundamentales, de forma tal que a menudo las personas votaron contra sus propios intereses principales, en apariencia basándose en la suposición de que no tenían muchas opciones.

Lo que queda de la democracia tiene que interpretarse como el derecho a elegir entre productos. Los líderes de las empresas hace tiempo explicaron su necesidad de imponer sobre la población una "filosofía de lo inútil" y de "falta de objetivos en la vida" para "concentrar la atención de los seres humanos en las cosas más superficiales en las que consisten gran parte del consumo de moda". Abrumados por este tipo de propaganda desde la infancia, es posible que las personas lleguen a aceptar unas vidas sin sentido y subordinadas y a olvidar las ideas ridículas acerca del control sobre sus propios asuntos. Es posible que dejen su destino librado a los genios y en el ámbito político, a las que se denominan a sí mismas "minorías inteligentes" que sirven y administran el poder.

Desde esta perspectiva, ortodoxa entre la opinión de elite, en especial durante el último siglo, las elecciones de noviembre de 2000 no revelan una falla en la democracia de EE.UU. sino su triunfo. Y si generalizamos, es justo aclamar el triunfo de la democracia en todo el hemisferio, y en otros lados, a pesar de que las poblaciones no lo vean de esa forma.

La lucha para imponer este régimen tiene muchas formas, pero nunca termina y nunca terminará mientras el poder real de toma de decisiones permanezca en el lugar en que se encuentra. Es razonable esperar que los amos aprovechen toda oportunidad que encuentren -en este momento, el miedo y la angustia de la población frente a los ataques terroristas, un asunto serio para Occidente ahora que, con la disponibilidad de nuevas tecnologías, ha perdido prácticamente el monopolio de la violencia, del que retiene sólo un inmenso predominio-.

Pero no hay por qué aceptar estas reglas y aquellos a quienes interese el destino del mundo y su población seguramente seguirán un camino distinto. Las luchas populares contra la "globalización" de los derechos de los inversores, especialmente en el Sur, han influido sobre la retórica, y hasta cierto punto en las prácticas, de los amos del universo, que están preocupados y a la defensiva. Estos movimientos populares no tiene precedente en cuanto a su magnitud, amplitud de sus miembros y solidaridad internacional; estos encuentros son una ilustración de importancia crucial. El futuro, en gran medida, está en sus manos. Es difícil exagerar lo que está en juego.

martes, junio 14, 2005

Compromiso Nuclear, PSOE 2004

El PSOE se comprometió en su programa electoral de las Elecciones Generales 2004 y en el Acuerdo Programático PSOE-Los Verdes a cerrar las centrales nucleares y sustituirlas por "energías más limpias, más seguras y menos costosas".

Este compromiso electoral es también un compromiso de Gobierno pues el presidente Zapatero así lo concretó en su discurso de investidura ante el Congreso de los Diputados y lo ratificó en su discurso en La Moncloa el pasado 16 de febrero al celebrar la entrada en vigor del Protocolo de Kioto.

Los hechos de las últimas décadas han demostrado el fracaso social, medioambiental, económico y tecnológico de la energía nuclear. Por ello, experimenta un declive mundial.

Carlos Bravo, Nuclear.
Greenpeace.

Desarme y Seguridad Humana

El equipo de este programa trabaja diferentes temas del área del Desarme con una especial atención al microdesarme, el control de las exportaciones de armas y el trabajo por la erradicación las minas antipersona.

El Programa de Seguridad Humana pretende profundizar sobre el concepto de Seguridad, descentrándolo de la idea de seguridad militar del estados y focalizándolo, en cambio, en aspectos más directamente relacionados con las personas. El énfasis, por lo tanto, se pone en la seguridad económica, la seguridad alimentaria, la seguridad de salud, la seguridad ambiental, la seguridad personal, la seguridad de la comunidad, y la seguridad política, de acuerdo con la definición establecida por el PNUD el año 1994.

Actividades

Boletín para el Control de Armas Ligeras (BALA). Publicación que se edita cuatrimestralmente en castellano, inglés y francés y que pretende ser una muestra del trabajo que centenares de organizaciones están realizando en cualquier parte del mundo para acabar con el problema de la proliferación incontrolada de armas ligeras.

Participación en campañas sobre desarme. La Escuela de Cultura de Pau participa habitualmente en varias campañas sobre desarme y control del comercio de armas. En este sentido, asume la asesoría técnica de la campaña "Armas bajo Control", lideradas por Amnistía Internacional e Intermón-Oxfam, a nivel estatal. Esta campaña recoge los esfuerzos de anteriores campañas y pretende seguir trabajando por mejorar la transparencia del comercio de armas y el Código de Conducta que regula esta actividad en la Unión Europea a través, como principal objetivo, de la firma por parte del máximo número de países posible del Tratado Internacional sobre Comercio de Armas en el 2006.

Participación en la red internacional de acción contra las armas ligeras (IANSA). Desde hace unos años, centenares de organizaciones de todo el mundo se han sido preparando por iniciar una campaña a nivel mundial por acabar con el problema de las armas ligeras y su proliferación. Con este objetivo se ha formado una red de ONGs, individuos y organizaciones con la intención de coordinar los esfuerzos a nivel internacional. Esta red ha recibido el nombre de IANSA (International NGO Action Network on Small Arms). Actualmente, la Escuela de Cultura de Pau es una de las entidades que integra la Junta directiva de esta red.

Participación en proyectos de recolección y destrucción de armas de Naciones Unidas. El Programa también realiza la asistencia al PNUD en el diseño de programas regionales de recolección y destrucción de armas, principalmente en la región de América Central y América Latina.

Participación en el proyecto de investigación COST 25 de la UE. El Programa de Desarme de la Escuela se erige como el representante español del proyecte "Armas ligeras europeas en la perpetuación de la violencia", impulsado por la Comisión Europea y con la participación de centros de investigación de los países que conforman la UE y otras (Noruega, Suiza,…), representantes gubernamentales y de ONG.

Análisis de los programas de DDR. La Escuela pretende analizar los programas de Desarme, Desmovilización y Reinserción de antiguos combatientes (DDR) a escala mundial para contribuir en la visión global en países en contextos de construcción de paz.

Informes

La Escuela de Cultura de Pau publica varios informes no periódicos sobre comercio de armas, análisis de los presupuestos militares y otros temas relacionados con el desarme. Estos informes se podan consultar a esta web en versión PDF. Por leerlos es necesario que os descargáis el programa Acrobat Reader... http://www.adobe.com

Comunicados de Prensa

La Escuela de Cultura de Pau edita de forma no periódica notas de prensa con recomendaciones e indicaciones sobre temas relacionados con el desarme o el comercio de armas.

E-mails de contacte:
daniel.luz@uab.es
albert.carames@uab.es
maria.maixenchs@uab.es

Edifici G-6, UAB, 08193 Bellaterra, España.
Escola de Cultura de Pau
pdh@pangea.org

El Sector No-Lucrativo en España

Antonio Jiménez Lara,
coautor del Estudio sobre el Sector No Lucrativo en España [1]

Más de 250.000 organizaciones no lucrativas, cerca de 26 millones de cuotas, unos 11 millones de personas asociadas, un millón de voluntarios que dedican más de cuatro horas semanales a colaborar en las actividades del sector, más de 475.000 empleos remunerados a tiempo completo y unos gastos operativos que suponen el 4% del PIB: Son cifras que reflejan la importancia del sector no lucrativo en España, un fenómeno social pujante que ha sido analizado con detalle en un estudio publicado por la Fundación BBV [2] .

La dimensión económica de sector no lucrativo español es comparable a la de sus homólogos en otros países europeos, como Francia, Alemania, Finlandia y Austria, aunque sensiblemente menor que la que alcanza en Holanda, Irlanda, Bélgica o los Estados Unidos de América. Como ocurre en otros países de Europa occidental, el sector no lucrativo español concentra la mayor parte de sus recursos humanos y financieros en los ámbitos de la educación, la salud y los servicios sociales, especialmente en este último. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en otros países de la región europea occidental, las organizaciones no lucrativas españolas reciben una mayor proporción de ingresos procedentes de cuotas de asociados y pago por servicios prestados que de fondos públicos. Otro punto que distingue al sector no lucrativo español es la proporción comparativamente alta que suponen los ingresos procedentes de donaciones privadas.

El estudio, patrocinado por la Fundación BBV en el marco del Estudio Comparativo Internacional sobre el Sector no Lucrativo de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (USA), afronta las cuatro ambigüedades básicas que hasta ahora impedían un análisis preciso y riguroso del sector no lucrativo en España: su indefinición conceptual, el desconocimiento de su desarrollo histórico, su ambivalencia jurídica y la falta de datos estadísticos. Para ello, partiendo de una definición operativa del sector que ha permitido acotar sus difusos límites y establecer comparaciones internacionales, ha realizado una recopilación exhaustiva de las fuentes estadísticas existentes y ha aplicado una metodología de estimación y de integración de las lagunas de información, todo ello con una referencia temporal única, el año 1995.

Condiciones metodológicas

Tal vez no resulte pretencioso afirmar que no existe todavía en la bibliografía española ningún estudio que satisfaga cumplidamente las cuatro condiciones metodológicas que se han establecido para éste, a saber:

a) Una definición operacional  que permita, por un lado, una discriminación precisa de las instituciones que entran y las que no entran a formar parte del Tercer Sector, y que, por otra parte, posibilite la comparación internacional con el estado de la cuestión en otras sociedades;

b) Una recopilación exhaustiva de las fuentes estadísticas que, directa o indirectamente, posibiliten elaborar un censo completo (sin duplicaciones engañosas) tanto de las instituciones que comprenden el Sector como de sus características básicas;

c) Una metodología de estimación y de integración de las lagunas de información  basado en la identificación de las variables clave y en la aplicación de un sistema de cálculo que garantice la validez de contenido analítico de las estimaciones, y

d) Una referencia temporal única, esto es, referida a una fecha común para todos los valores estadísticos analizados.

Definición operativa

Hemos utilizado la definición operativa adoptada por el estudio comparativo internacional liderado por el equipo de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. Esta definición se fundamenta en cinco criterios clave que determinan los rasgos básicos que debe poseer una institución cualquiera para poder ser entendida como parte del Tercer Sector: un conjunto que abarca a todas aquellas instituciones o entidades que posean los cinco rasgos siguientes:

1.    Estar organizada formalmente, lo que incluye una realidad institucionalizada, con estructuración interna, estabilidad relativa de objetivos formales y distinción neta entre socios y no socios. Este criterio excluye de nuestro ámbito de estudio las manifestaciones informales de solidaridad, colaboración y ayuda mutua.

2.    Ser privada, esto es, separada institucionalmente del Gobierno (Nacional, Autonómico y Local). Este criterio implica que la organización no ha de formar parte del sector público (estatal, autonómico y local), ni ha de estar controlada por éste. No significa, sin embargo, que la organización no pueda recibir apoyo público, ni excluye que pueda haber funcionarios públicos en sus órganos de gobierno.

3.    Ausencia de ánimo de lucro. Las organizaciones del Sector No Lucrativo no deben, por tanto, repartir beneficios entre los propietarios,  administradores o directivos. Ello implica que su fin principal no es generar beneficios, ni están guiadas primariamente por criterios comerciales. Las organizaciones del Sector No Lucrativo pueden obtener beneficios, pero éstos deben ser reinvertidos en función de la misión corporativa  de la organización.

4.    Disfrutar de la capacidad de autocontrol institucional de sus propias actividades. Este criterio implica que las organizaciones han de tener sus propios mecanismos de autogobierno y han de gozar de un grado significativo de autonomía.

5.    Con un marcado grado de participación voluntaria, lo que quiere decir, por una parte, que la participación o no de sus miembros ha de depender de la libre voluntad de los mismos y no de imposiciones  externas, y, por otra, que hay un grado significativo de participación de voluntarios (esto es, de personas que aportan tiempo no remunerado) en sus actividades.  Adicionalmente, se incluyen en la definición aquellas instituciones sin ánimo de lucro que son el fruto de la decisión voluntaria de adscribir un determinado patrimonio al cumplimiento de fines de interés general.

PRINCIPALES RESULTADOS

1. Una fuerza económica en alza

El sector no lucrativo es una fuerza económica importante y creciente en España, que representa una parte significativa del PIB y del empleo.

Un gasto anual de 2,8 billones de pesetas . Incluso excluyendo el componente religioso, el sector no lucrativo español contaba en 1995 con gastos operativos por importe de 2,8 billones de pesetas, el equivalente al 4 por ciento del PIB. Si se incluyen también los gastos de capital, la cifra asciende a 3,2 billones (4,6% del PIB).

Un importante generador de empleo. El sector no lucrativo español ocupaba, en 1995, el equivalente a 475.179 trabajadores remunerados a jornada completa. Esto representaba el 4,5% del total de los trabajadores españoles, exceptuando los que se dedican a la agricultura; el 6,8% de los trabajadores del sector de servicios; y casi la cuarta parte (22,9%) de las personas que trabajan para la Administración Pública en cualquiera de sus niveles: nacional, autonómico y municipal. El empleo generado por el sector no lucrativo supone siete veces el número de empleados de la la mayor empresa privada de España, Telefónica, que tenía en 1995 68.380 empleados. El sector no lucrativo supera, en términos de empleo, a muchas industrias del país, incluidos sectores como los de transportes y comunicaciones; alimentación, bebidas y tabaco; metalurgia; industria textil; y las industrias químicas.

Un importante volumen de trabajo voluntario. El sector no lucrativo español canaliza un considerable volumen de esfuerzo voluntario. De hecho, aproximadamente el 9,8% de la población adulta española afirma dedicar parte de su tiempo a colaborar con organizaciones no lucrativas. Esto equivale a otros 253.599 empleados a jornada completa, con lo que el total de empleados a jornada completa trabajando en organizaciones no lucrativas en España supondría 728.778, el 6,8% del total del empleo no agrario en España.

2. Un sector de tamaño medio en la escala internacional

A pesar del peso que el sector no lucrativo español tiene en relación con la economía española, está ligeramente por debajo de la media de los 22 países participantes en el estudio comparativo internacional y es sustancialmente inferior a la media de sus homólogos en Europa occidental.

Ligeramente por debajo de la media internacional . Según los resultados del estudio internacional, el volumen relativo del sector no lucrativo varía considerablemente en los países estudiados, con oscilaciones que van desde el 12,6% del total de empleo remunerado no agrario en los Países Bajos, hasta menos del 1% en Méjico. La media del conjunto de los 22 países se sitúa en el 4,8%. Ello significa que España, con el 4,5%, se encuentra ligeramente por debajo de la media global, superando por un estrecho margen a países como Finlandia y Austria y situándose cerca de Francia y Alemania (ambas con el 4,9%).

Bastante por debajo de la media de Europa occidental . En comparación con la media de Europa occidental (en donde supone el 7,0% del empleo remunerado no agrario), el sector no lucrativo español es relativamente modesto. Ello se debe al hecho de que, a pesar del gran número de organizaciones no lucrativas existentes en España (253.000), la mayoría de ellas son bastante pequeñas y cuentan con un reducido número de empleados.

Las diferencias aumentan si se tienen en cuenta a los voluntarios. El volumen de empleo no lucrativo aumenta considerablemente si se contabilizan los voluntarios. Así, incluyendo el tiempo dedicado por éstos, las organizaciones no lucrativas representan el 6,8% del total del empleo en España, frente a un 10,3% de media en los países de Europa occidental.

3. Un desarrollo histórico complejo

El hecho de que el sector no lucrativo español sea de menor volumen que sus homólogos de Europa occidental es consecuencia tanto de factores que vienen de lejos como de acontecimientos relativamente recientes:

La larga y complicada historia española, el papel preponderante que ha tenido históricamente la Iglesia Católica en la provisión de servicios de educación, salud y beneficencia social, y el tardío desarrollo de la industrialización y del moderno Estado administrativo, que condicionaron el desarrollo de nuestra sociedad civil.

La fuerte política corporativa desarrollada durante la dictadura franquista y la supresión de las libertades civiles, que redujeron el espacio social y político para el surgimiento potencial de muchos tipos de organizaciones no lucrativas, y al mismo tiempo, propiciaron el mantenimiento de los servicios sociales e instituciones educativas de la Iglesia Católica.

La transición a la democracia y el nuevo marco de libertades supuso la creación de un espacio político que fue ocupado por los movimientos sociales emergentes y por la actividad ciudadana, dando lugar a la creación de un sinnúmero de asociaciones.

El rápido desarrollo económico vivido en España en las últimas décadas, que ha generado nuevas demandas de servicios sociales. Estos servicios son prestados, al menos en parte, por un sector no lucrativo en creciente expansión.

4. Preponderancia de los servicios sociales

Al igual que en los demás países de Europa occidental, los servicios sociales dominan claramente la escena no lucrativa española.

Casi el 32% del empleo no lucrativo se genera en el área de los servicios sociales . De entre todos los tipos de actividades no lucrativas, en España son los servicios sociales los que cuentan con el mayor porcentaje de empleo no lucrativo. El 31,8% de todo el empleo no lucrativo en España trabaja en este campo. Este porcentaje es mayor que la media europea (27,0%), y supera con creces la media de los 22 países (18,3%). Esta situación refleja claramente la preponderancia de tres grandes redes de organizaciones no lucrativas: la ONCE, la Cruz Roja y Cáritas. Todas ellas desempeñan un importante papel en la prestación y financiación de servicios en toda España. Por ejemplo, solamente la ONCE emplea a unos 40.000 trabajadores remunerados, lo que supone el 8,4% del total del empleo no lucrativo.

Porcentajes de empleo no lucrativo considerables en educación, salud, y ocio y cultura . En comparación con la media de los 22 países estudiados, la educación, la salud, y el ocio y la cultura absorben en España un porcentaje considerable pero relativamente menor del conjunto del empleo no lucrativo. Así, mientras estos tres campos suponen el 64,2% del empleo no lucrativo de promedio en el conjunto de los 22 países y el 60,1% en Europa occidental, en España sólo representan el 49,1% del total del empleo no lucrativo. Ello es reflejo del modesto papel de este sector —en relación con el sector público— en la prestación de asistencia sanitaria. Paralelamente, España cuenta con una considerable presencia de organizaciones no lucrativas en las áreas de educación e investigación, las cuales suponen el 25,1% del empleo no lucrativo.

Los modelos varían si se tiene en cuenta la contribución de los voluntarios. Esta variación se refleja en particular en el porcentaje del equivalente a empleo a jornada completa que aumenta en cultura y deportes, actividades cívicas y asistencia jurídica, y "otros" campos, mientras que decrece de manera proporcional en áreas tradicionales del bienestar social como educación, salud y servicios sociales, así como desarrollo comunitario y vivienda.

5. La mayor parte de ingresos provienen de cuotas y cobros por servicios, no de la filantropía

A pesar de que las cuotas y cobros por servicios son la principal fuente de ingresos del sector no lucrativo español, los donativos privados representan un porcentaje mayor que en cualquier otro de los países de la Unión Europea objeto de este estudio.

Dominio de los ingresos por cuotas. La principal fuente de ingresos de las organizaciones no lucrativas en España (49,0% del total) lo constituyen las cuotas y el cobros por los servicios prestados.

Importante apoyo de la filantropía. Los ingresos procedentes de la filantropía privada son mucho menores, pero aún así constituyen un porcentaje significativo del total de ingresos (el 19,8% del total).

Apoyo público limitado. El porcentaje de ingresos procedentes del sector público (32,1%) es significativamente menor que el proveniente de cuotas privadas, pero supera con creces el porcentaje de ingresos por donativos privados.

Ingresos "en especie" de las organizaciones que cuentan con voluntarios . El modelo de ingresos no lucrativos varía de manera significativa cuando se tiene en cuenta el valor económico que representa el trabajo voluntario. Si se contabiliza el valor estimado del trabajo voluntario, la importancia de filantropía privada como fuente de ingresos crece de manera substancial, pasando del 18,8% al 36,3% y superando a la contribución del sector público, que descendería del 32,1% al 25,2%. A pesar de que el porcentaje de ingresos por cuotas también descendería, pasando del 49,0% al 38,5% si se incluye la imputación del trabajo voluntario, las cuotas seguirían siendo, aun en este supuesto, la mayor fuente de ingresos en España.

Diferencias con respecto al resto de países de Europa occidental . El modelo de financiación no lucrativa en España difiere considerablemente del modelo del resto de Europa. Las organizaciones no lucrativas de los demás países de Europa occidental estudiados en este proyecto obtienen, por regla general, la inmensa mayoría de sus ingresos del sector público.

Más parecido a la media global. A pesar de que la estructura de los ingresos del sector no lucrativo español difiere de la del resto de Europa, el dominio de las fuentes de ingresos en cada área se asemeja bastante a la media global de los 22 países estudiados. Así, los ingresos precedentes de cuotas y pago por servicios son el elemento dominante en la base financiera del sector no lucrativo tanto a nivel global como en España (aproximadamente el 49% del total de ingresos). Los ingresos procedentes del sector público representan una parte de los ingresos no lucrativos bastante mayor en el resto de países que en España (40,1% en la media global, 32,1% en España), mientras que la filantropía representa un porcentaje mucho menor a nivel global que en España (10,5% globalmente, 18,8% en España). Resulta obvio que en los otros países se ha ido perfilando un modelo diferente de cooperación entre las organizaciones no lucrativas y el Estado. En cierta medida, ello puede deberse al tardío desarrollo del estado de bienestar en España, y a la presencia dominante de la Iglesia Católica en el sector no lucrativo a lo largo de la historia de España.

Variaciones por subsectores. Ni siquiera este aspecto refleja totalmente la gran complejidad de la financiación no lucrativa en España. Y ello se debe las grandes diferencias existentes en la financiación de las organizaciones no lucrativas de un sector a otro. De hecho, se pueden destacar tres modelos fundamentales de financiación no lucrativa entre las diversas áreas que componen la actividad no lucrativa en España.

Dominio de los ingresos por cuotas. Los ingresos por cuotas son la principal fuente de ingresos de las organizaciones que trabajan en desarrollo y vivienda así como de las asociaciones profesionales.

Dominio de los donativos privados. A pesar de que la filantropía privada no es la principal fuente de ingresos del sector no lucrativo en España en general, sí que lo es para los grupos de defensa del medio ambiente, organizaciones cívicas o de defensa jurídica, e intermediarios filantrópicos. Estos tres subsectores son relativamente nuevos, por lo que aún no han establecido lazos estrechos con la administración pública.

Áreas equilibradas. En cinco áreas no se observa ninguna fuente de ingresos dominante, pero sí una fuente principal que suministra entre el 40 y el 60% del total de los ingresos, y una fuente menor que suministra el restante 30 a 40%. Éste es el caso del área sanitaria, en la que las cuotas (50,6% del total de ingresos) constituyen una fuente de ingresos más importante que el sector público (36,7%). En el área de ocio y cultura, igualmente, los ingresos por cuotas son sensiblemente mayores (40,9%), pero están más equilibrados con los donativos privados (34,8%) y con las aportaciones del sector público (24,3%). En los otros sectores tradicionales de bienestar social como son la educación y los servicios sociales, las aportaciones del sector público (53,1% y 48,6% respectivamente) superan a los ingresos provenientes de pagos privados (40,6% y 31,4%). Finalmente, la financiación gubernamental constituye la mayor fuente de ingresos para el desarrollo de actividades no lucrativas internacionales (56,2% del total de ingresos), pero los donativos privados constituyen también una importante fuente de ingresos en este sector (35,9%).

Esta imagen general varía si se tiene en cuenta la contribución de los voluntarios en cada una de las áreas. Los recursos filantrópicos siguen siendo dominantes en las tres áreas arriba mencionadas, pero, si se incluye a los voluntarios, la filantropía se convierte en la fuente más importante con financiación pública estatal tanto en servicios sociales (48,0% de filantropía respecto al 31,6% del sector público) como en actividades internacionales (filantropía 63,5% y sector público 32,0%). Además, la filantropía supera a los ingresos por cuotas privadas como mayor fuente de ingresos en las áreas de ocio y cultura (51,0% filantropía, 30,7% cuotas privadas).

CONCLUSIONES DEL ESTUDIO

Los datos aquí presentados demuestran que el sector no lucrativo en España tiene una importancia que no ha sido constatada anteriormente por expertos españoles o de otros lugares. A pesar de que el tamaño y composición del sector no lucrativo en España son similares a los de otros países de Europa occidental, su estructura financiera es totalmente diferente. Concretamente, la dependencia del sector no lucrativo del apoyo financiero gubernamental es mucho menor en España que en el resto de Europa. La relevancia de la filantropía privada es un factor a destacar en el sector no lucrativo español.

España, como la mayoría de los países de Europa occidental, se enfrenta al reto de construir una estrategia de renovación sistemática del sector no lucrativo, de evaluar y preservar su responsabilidad y su eficacia, así como de luchar por la integración y globalización del sector.

Para el futuro del sector no lucrativo, la expansión del voluntariado es tan importante como el desarrollo de las capacidades organizativas y de liderazgo, puesto que resulta fundamental para asegurar el suficiente nivel de independencia del sector tanto respecto del gobierno como de la empresa privada. Los cambios habidos en la demografía y en la composición de la fuerza de trabajo sugieren que en España, como en cualquier otro país, existen grandes reservar de voluntarios potenciales sin "explotar", que pueden ser muy útiles para la expansión de las actividades no lucrativas. Sin embargo, ello requiere de un importante esfuerzos de formación, así como de modelos creativos que combinen el trabajo remunerado y el no remunerado, especialmente en países que, como España, padecen un alto índice de desempleo.

Desde que comenzara el proceso de democratización a mediados de los setenta, España ha obtenido grandes logros, que han abierto el camino para el desarrollo de un moderno sector no lucrativo en nuestro país. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. Uno de los factores a resaltar es que, en contraste con la mayoría de los países de la Europa occidental, España no cuenta con una política estable de relaciones entre el gobierno y el sector no lucrativo. De hecho, en muchos casos los representantes del gobierno muestran un alto grado de desconfianza y recelo sobre el funcionamiento del sector no lucrativo y viceversa. Esta falta de conocimiento de los puntos fuertes y débiles de cada una de las partes podría impedir el desarrollo de relaciones de colaboración entre ambas partes. La creación de una comisión de alto nivel con una base amplia que estudiara el papel y el futuro del sector no lucrativo en España podría ser la plataforma adecuada para establecer una política de diálogo claramente necesaria, especialmente de cara a una mayor integración europea. Para este fin, la siguiente tarea urgente es la de obtener una mayor comprensión de la contribución social que el sector no lucrativo realiza y podría realizar en las diferentes sociedades europeas. Al fin y al cabo, ése es uno de los principales objetivos del presente estudio.

[1] El equipo de investigación que ha realizado el estudio sobre el sector no lucrativo en España ha sido coordinado por José Ignacio Ruiz Olabuénaga, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, y estaba compuesto por Demetrio Casado, Antonio Jiménez, José Luis Orella, Mikel Mancisidor, Carmen Labrador, Mª Angeles Oiarzabal, Susana Soto y Arantza Fernandez. 
 
[2]  José Ignacio Ruiz Olabuénaga (dir): El Sector No Lucrativo en España , Madrid, Fundación BBV. Documenta, 2000, 315 págs.

lunes, junio 13, 2005

World Space Preservation Treaty Signing Conference

The Space Preservation Treaty Signing Conference is the most reliable, timely, and effective method available that will bring world leaders together to permanently ban all space-based weapons in an enforceable verifiable manner that will lead to a "cap" on the war industry while it evolves into becoming a space industry.

An International Treaty Signing Conference for the Space Preservation Treaty can be convened at any time by any willing U.N. Member State(s) under the authority of Article 102 of the United Nations Charter. Since 1948, over 40,000 multi-lateral agreements or Treaties have been signed, ratified and deposited with the U.N. Secretary General by Member States under Article 102 of the U.N. Charter. Under Article 102 of the United Nations Charter, "every treaty and every international agreement entered into by any Member of the United Nations after the present Charter comes into force shall as soon as possible be registered with the Secretariat and published by it."

An informal group of NGOs assists the convening Member States by mobilizing public opinion, preparing briefing documents for the Member States, and preparing educational materials in support of the Treaty Conference, as was done in 1997 at the Ottawa, Canada, Land Mines Treaty Conference.

Because there is intention of the current U.S. administration to deploy missile defense by 2004-5, inexorably linked to deploying space-based weapons under the guise of calling the deployment "merely tests" of this system, the Space Preservation Treaty Signing Conference must be produced quickly. Canada is identified as the best location, and Congressman Dennis Kucinich as well as MP Svend Robinson in the Canadian House have called on Canadian leaders to convene this Space Preservation Treaty Signing Conference.

The current U.S. administration plan is to "seize the high ground" to "dominate and control space," and many say that he who controls and dominates space also controls and dominates all on earth. The momentum of funding, vested interests and technology being put into place could make it impossible to stop the weaponization of space if a ban is not turned into law in time. Space-based weapons could be deployed under the guise of calling them "merely research" or "merely tests," or they could be deployed without even the conducting of tests.

Many experts say this is an emergency situation, as there is only one chance to ban space-based weapons. Many agree that time is of the essence to get the Space Preservation Treaty signed into law quickly. Experts also say that the signing of the Space Preservation Treaty will put necessary pressure .

Time is of the essence to get the Space Preservation Treaty signed into law.

The signing of the Space Preservation Treaty will help to put needed pressure on the U.S. congress and administration.

Key to preserving peace in space so we can achieve peace on earth: When the first twenty countries sign on to the Space Preservation Treaty, an international outer space peacekeeping agency will be established and equipped to monitor outer space and enforce (conflict resolution style) this ban. This equipment, of course, can also be used to finally verify arms agreements including the reduction and inevitably elimination of nuclear weapons and other dangerous and polluting technologies on our planet.

Solution: A "Fast Track" signing of the Space Preservation Treaty must funded in order to be set the Treaty signing process into immediate motion. An international Treaty Signing Conference on the Space Preservation Treaty must be convened as soon as possible to facilitate the leaders coming together for the signing and to bring into force an immediate and permanent ban on all space-based weapons. We must stop the arms race at the only moment in time, in all of history, when it can be stopped, before it begins in space (that is, before space-based weapons are deployed and/or before a momentum of funding and vested interests makes the weaponization of space impossible to stop).

The Space Preservation Treaty Conference Signing Ceremony will include a global media broadcast and Internet webcast.

Please volunteer to help this endeavor. We need to build a world movement to send packages of educational information to all world leaders, to media, to the people about the Space Preservation Treaty and to help organize the Space Preservation Treaty Conference.

Contact ICIS for further information and to get involved.

Ingeniería genética y Bioética

De las controversias públicas actuales seguramente ninguna ha producido tanta bibliografía como la dedicada a las implicaciones de la biotecnología, y más particularmente, a la ingeniería genética. Es natural que así sea porque en las últimas décadas la biotecnología y la ingeniería genética se han convertido en el centro de la investigación científica puntera. La parte más sustancial de los presupuestos gubernamentales dedicados a Investigación y Desarrollo está hoy en día, en todos los países, dedicada a este ámbito tecnocientífico.

En tanto que ciencia aplicada, la biotecnología, y más particularmente la ingeniería genética, se ha convertido en la piedra angular del desarrollo industrial posmoderno. Pero no sólo la industria, también la ganadería y la agricultura viven hoy en día pendientes de las investigaciones quese llevan a cabo en este campo y de sus aplicaciones. Además, la medicina del final de siglo está experimentando una verdadera revolución por la rápida aplicación de los descubrimientos en este ámbito al diagnóstico y tratamiento de muchas enfermedades.

2

Antes de entrar en la discusión de los problemas éticos y jurídicos que se derivan de la nueva revolución tecnocientífica que estamos viviendo conviene dedicar unos minutos a orientarse en el enorme magma de la información actual sobre biología molecular, biotecnología e ingeniería genética para dilucidar qué es lo que sabemos realmente y qué es lo que previblemente se puede hacer ya en este campo.

Una vez más la cultura científica es estrictamente necesaria para poder discutir en los planos ético (bioéctica) y ético-jurídico (el dominio de la vida, en el sentido de Dworkin) con conocimiento de causa. Aquí no nos podemos detener mucho en esto pero sí es posible y conveniente proporcionar algunas indicaciones bibliográficas elementales de utilidad para el estudiante de humanidades.

Para ello hay que empezar por la ciencia básica.

La ciencia básica que da origen a los problemas mencionados es la biología molecular. Se puede leer a este respecto el artículo de Pierre Thuillier “Cómo nació la biología molecular”, en F. Jacob, J. Monod y otros, Biología molecular. Barcelona, Orbis, Biblioteca de Divulgación Científica, 1987 [traducción de una colección de ensayos de la revista francesa Le Recherche].

El paso central de esa historia es el descubrimiento del ADN (ácido desoxidorribonucleico), la molécula de la herencia, fundamental para la comprensión de la estructura de la vida. Lo mejor para enterarse de cómo se llegó a este descubrimiento y lo que significaba es leer los libros de los dos principales protagonistas, que recibieron el Premio Nobel por ello en 1962: J. Watson, La doble hélice. Barcelona, BCS, 1987 (varias reediciones)) y F. Crick, Qué loco propósito. Barcelona, Tusquets, 1993.

El descubrimiento de la estructura del ADN (1953) y el desciframiento de las primeras letras del código genético en 1961 dio lugar en los años sesenta a una toda una serie de investigaciones aplicadas. La biología molecular cobró auge y las tecnologías aplicadas al estudio de las diferentes dimensiones de la vida pasaron a primer plano. El ámbito más importante de la biotecnología pasó a ser desde la década de los 70 lo que se denominó ingeniería genética.

Los primeros experimentos con éxito de la ingeniería genética tuvieron lugar en 1973 después de que, en 1972, se creara la primera molécula de ADN recombinante en laboratorio: experimentos de ADN recombinante en que genes de una especie son introducidos de otras especie y funcionan correctamente. Así que transcurrieron aproximadamente 20 años para pasar de la investigación básica a la tecnología aplicada con éxito.

En 1973 se patentó por primera vez en EEUU una técnica de recombinación genética.

En 1975 se fundó Genentech Incorporated, primera empresa de ingenieria genética

En 1977 se fabricó con éxito una hormona humana en una bacteria

En 1978 se clonó el gen de la insulina humana

En 1982 se crea el llamado “superratón” insertando el gen de la hormona del crecimiento de una rata en óvulos de la hembra del ratón fecundados.

En 1987 propuesta comercial para establecer la secuencia completa del genoma humano.

En 1988 se patenta por primera vez un organismo producido mediante ingeniería genética. Se crea la organización HUGO para llevar a cabo el proyecto Genoma Humano: identificar todos los genes del cuerpo humano, cuyo número estimado es de cincuenta a cien mil.

En 1993 se consigue por primera vez clonar embriones humanos, aunque el experimento no prospera.

En 1996 elaboración del primer mapa del genoma humano que se calcula que estará terminado hacia el 2002 o 2003. Clonación de dos monos a partir de células embionarias.

En 1997 clonación de la oveja Dolly.

Entre los objetivos alcanzados por la ingenieria genética desde 1973, ya en fase de aplicación, los más conocidos son:

El empleo de la hormona del crecimiento, obtenida artificialmente, para el tratamiento del enanismo

El uso del interferón para el tratamiento de algunas enferemdades víricas

Utilización generalizada de los anticuerpos monoclonales en el diagnóstico clínico

La introducción de la vacuna contra la hepatitis

El empleo de proteinas obtenidas artificalmente para tratar congestiones cardiacas y fractura

Utilización de anticuerpos monoclonales para aumentar lasdefensas del cuerpo frente al cáncer y otras enfermedades

El empleo de hormonas del crecimiento para aumentar la producción de carne y leche en el ganado vacuno

La obtención de materiales para la industria del plático a partir de microbios

El empleo del interferon para el tratamiento de determinados tipos de cáncer

La obtención de microbios para la extracción de petroleo del subsuelo y para combatir la contaminación por vertidos de petroleo

El empleo de microbis para la extracción de metales en las industrias de tratamiento de desechos

La creación de nuevas razas de cultivos capaces de elaborar los propios fertilizantes y de resistir la sequía y las enfermedades.

[Una buena introducción para saber qué es la ingeniería genética: Steve Prentis, Biotecnología. Barcelona, BCS, 1986. Una guía sobre la investigación en curso para trazar el mapa genético del cuerpo humano: Jerry E. Bishop y Michael Waldholz, Genoma. Barcelona, Plaza-Janés, 1992.

3

Al tratar de los problemas éticos (y jurídicos) derivados de la extensión de la biotecnología y de la ingeniería genética se mezclan por lo general un enorme cantidad de temas, todos ellos apasionantes. Haré una enumeración de algunos de los temas recientes que han llegado a los medios de comunicación y que ocupan hoy en día a las personas que se dedican a la bioética:

3.1. ¿Es moralmente aceptable, lícito y oportuno elegir el sexo de los por nacer a partir de los conocimientos genéticos que tenemos?

3.2. ¿Es lícito eliminar en los centros médicos y de investigación embriones sobrantes obtenidos por fertilización in vitro?

3.3. ¿El lícito utilizar para la investigación tejidos de origen embrional?

3.4. ¿El lícito decidir tener un hijo para utilizarlo como donante de médula ósea con el fín de salvar la vida a un hermano con leucemia?

3.5. ¿Es lícito utilizar la genética para curar enfermedades hereditarias o diagnosticar precozmente enfermedades genéticas de evolución fatal cuando una persona está todavía sana e ignora su destino?

3.6. ¿Es lícito modificar la función o la estructura del cerebro mediante el uso de psicofármacos o mediante el transplante de células nerviosas?

3.7. ¿Es lícito someterse a intervenciones para cambiar el sexo?

3.8. ¿Es licito utilizar la selección artificial mediante ingenieria genética reproduciendo sólo algunos fenotipos, teniendo en cuenta que eso representa una disminución continua de especies animales y vegetales y una pérdida de la biodiversidad?

3.9. ¿Es lícito someter a las personas a pruebas de identificación genética para determinar su compatibilidad con parejas potenciales evitando enfermedades potenciales y favoreciendo la limpieza genética? [caso de los judíos ortodoxos de N.Y y otros estados norteamericanos].

3.10. ¿Será lícito que el individuo pueda construir colecciones de sí mismo para mantenerse con buena salud, etc. consumiéndose a sí mismo como consume otros objetos: "canibalismo genético" [Attali, "El santuario de la persona", El País 3/III/1996].

3.11. ¿Es moralmente aceptable convertir en objeto de patente mercantil entidades vivas, vegetales o animales, como ha empezado a hacerse en EEUU de Norteamérica en las últimas décadas?

3.12. ¿El moralmente aceptable la “meritocracia hereditaria”, que se dice, por selección de los rasgos genéticos favorables de los padres?

3.13. ¿Es lícita la clonación de seres humanos hoy posible después de la clonación de vertebrados superiores como ovejas o monos?

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Asilomar: propuesta de moratoria

Primer aldabonazo sobre los riesgos de la ingeniería genética y planteamiento de los problemas éticos: Asilomar, 1975. Asilomar, en la península de Monterrey (California), a orillas del Pacífico. Asistieron: además de un centenar y medio de científicos de 16 Estados, algunos delegados de la investigación industrial (General Electric, Merck, Searle, Hofmann-La Roche), 5 juristas y 16 periodistas.

Tema: “Si existía alguna posibilidad de realizar el trabajo científico con riesgos mínimos para el personal de laboratorio y la población en general”.

Intereses diferenciados de los científicos según sus campos de investigación y sus nacionalidades; contraposición de intereses entre científicos y poder público; intereses de la investigación e intereses comerciales e industriales.

Dificultad de subdividir el campo de trabajo en función de los distintos grupos de riesgo para diferenciar entre experimentos especialmente peligrosos, esperimentos que habría que prohibir y experimentos que podían llevarse a cabo en laboratios normales de biología.

Un principio de seguridad: deteriorar biológicamente a las bacterias hasta un grado tal que sólo se pudieran conservar vivas en condiciones muy artificiales de laboratorio (bacterias mutiladas para hacerlas incaàces de sobrevivir en la Naturaleza).

El problema jurídico: las reclamaciones de indemnización por daños y prejuicios en caso de accidentes, que podían llevar a una universidad al borde la ruina.

El problema ético-jurídico planteado por Dworkin: las ventajas de una regulación que obligara a todos los científicos teniendo en cuenta su poder y que ley, por tradición, respeta a los grupos de expertos que disfrutan de una normativa propia.

La Conferencia de Asilomar aprobó un Manifiesto: “Peligros biológicos potenciales de las moléculas de ADN recombinado”. Manifiesto “a los científicos de todo el mundo”, de once científicos hecho público en julio de 1974, aparecido en varias de las principales revistas (la británica Nature, la norteamericana Science, etc.): “nuevos elementos de ADN introducidos en E. coli [una bacteria que vive permanentemente en el intestino humano y ha sido el conejillo de indias de la investigación en laboratorio] pueden difundirse ampliamente en poblaciones humanas, bacterianas, vegetales o animales, con efectos imprevisibles”, por lo que ciertos experimentos deberían quedar interrumpidos totalmente de momento.

En el Manifiesto se aludía específicamente: la introducción de nuevas resistencias a los antibióticos en bacterias, o la transferencia de ADN capaz de convertir a las bacterias en agentes cancerígenos o productos tóxicos.

Un Manifiesto único en la historia de la ciencia, que empezó con mal pie:”El debate público acerca de la cuestión de cómo hacer segura la investigación ha saltado bruscamente al tema de su puede permitirse que se investige” (Berg); “los científicos son un rebaño de borricos por haber planteado la posibilidad de un peligro de cuya magnitud no tenían ni idea” (James Watson).

Sólo dos Premios Nobel votaron en contra de resolución final: Joshua Lederberg y James Watson (este último porque veía “la historia de Asilomar como algo irracional”). Watson sería después el primer dirctor del programa Genoma Humano en torno a la organización HUGO fundada en 1988.

[Para la intrahistoria de Asilomar, que tiene una gran importancia: Jost Herbig, Los ingenieros genéticos. Argos/Vergara, Barcelona, 1984, pág. 98 y ss.

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Sobre el término bioética

La aparición del término “bioética” está directamente relacionada con las preocupaciones medioambientales y con las preocupaciones suscitadas por la aplicación de los resultados de la biología molecular. Su nacimiento es inmediatamente anterior, sin embargo, a los primeros aldabonazos en estos campos (el primero informe del Club de Roma en 1972 y la Conferenia de Asilomar en 1975).

Los dos primeros autores que utilizaron el término “bioética” fueron el cancerólogo norteamericano V.R. Potter en un libro publicado en 1971 y el obstetra de origen holandés A. Hellegers que creó ese mismo año un centro para el estudio de la reproducción humana y la bioética adscrito a la Universidad de Washington.

La bioética ha nacido con la vocación de hacer de puente entre la cultura científica y la cultura humanística. Potter aspiraba a una disciplina que hiciera de puente entre las dos culturas, entre ciencia y humanidades. Su objetivo era la creación de un medio ambiente óptimo para la supervivencia de la especie humana en una forma aceptable de sociedad. Su punto de vista era antropocéntrico más que biocéntrico. Hellegers entendió la biotética sobre todo como “ética médica”, como un puente entre le medicina, la filosofía y la ética, como un diálogo. En el primer caso ha predominado la visión científico-filosófica, en el segundo la visión de la ética aplicada.

Esta doble orientación del nacimiento se sigue notando todavía ahora en la institucionalización de la Bioética: de un lado, proliferación de comités de bioética en las asociaciones profesionales de médicos y enfermeros, o en los hospitales, e introducción de la materia de bioética en las carreras de medicina (en conexión con le medicina legal y la ética médica tradicional o Deontología: Carta de los Derechos de los Enfermos en los hospitales estadounidenses basada en el concepto de “consentimiento informado”); de otro, las consideraciones de filosofía moral y jurídica sobre problemas científicos y médicos procedentes de los éticos.

[Información sobre España: Master en Bioética de la U. Complutense, dirigido por Diego Gracia, cat. de Historia de la Medicina (en la línea abierta por Zubiri/Lain Entralgo).

Instituto Borja de Bioética, dirigido por Francesc Abel, S.J.:buena biblioteca y documentación.

Cátedra de Bioética en la Universidad Pontifica de Comillas (Madrid), dirigida por Javier Gafo.

Master en Bioética de la Universidad de Barcelona, dirigido por María Casado: orientación ético-jurídica. Información del curso de verano organizado por la Universidad de Barcelona con el título de Bioética, derecho y sociedad (julio de 1997 y 1998)].

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Aspectos que hay que discutir en relación con la bioética:

6.1. Crítica de la razón impura

6.2. El concepto de límite en relación con el complejo tecnocientífico y las opciones morales. In dubio pro libertate, ignoramus et ignorabimus ,docta ignorantia.

6.3. El concepto de persona y dignidad personal: autonomía, beneficencia y justicia.La clonación como crimen injustificado contra un derecho existencial básico del individuo.

6.4. El concepto de excelencia: si algo es bueno más de ello sería mejor. Discusión del concepto de excelencia.

6.5. Pluralidad de opciones morales y ética mínima

6.6. Principio de responsabilidad: de las virtudes de la ética clásica a un catálogo de las obligaciones en el fin de siglo: la mayoría de los problemas éticos que plantea la moderna civilización técnica se han vuelto cosa de la política colectiva por ser problemas de supervivencia.

6.7. Fundamentación de la idea de la responsabilidad como obligación transcendente con las generaciones futuras. La no-simultaneidad de la contemporaneidad las generaciones y la idea de humanidad: el futuro ya está permanentemente en nosotros. El hombre merece la pena, el experimento humano merece la pena: la laicización del mito del diluvio y el rechazo de la ética de la perfectibilidad (Hans Jonas).

6.8. De la ética de la responsabilidad a la distribución intergeneracional de recursos escasos pensando en las generaciones futuras.

6.9. No se puede crear una moral para situaciones extremas. No podemos permitir que la humanidad llegue a una situación de “bote salvavidas”.

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La controversia actual sobre clonación

7.1. De todos los problemas bioéticos planteados por la ingeniería genética hay uno que se ha convertido últimamente en el centro del debate público: el de la clonación.

La clonación es una forma de reproducción no sexual, que se da naturalmente en muchas plantas junto a la reproducción sexual y que, a diferencia de esta última, produce copias genéticas exactas de la planta originaria. Se basa en la capacidad de germinación de las células diploides normales, que en condiciones adecuadas empiezan a retoñar (reproducción por esquejes). Los ejemplos más conocidos son las patatas y las fresas.

A los animales en general les está vedada esta reproducción alternativa, con la excepción de algunas especies menores. Pero el conocimiento detallado de la estructura del ADN ha permitido en estos últimos años desarrollar técnicas de laboratorio para producir una copia exacta de organismos animales. Las dos técnicas principales de clonación son: por separación de embriones y por transferencia nuclear. Esta última es la técnica que ha permitido clonar la oveja Dolly. El procedimiento consiste en la introducción del núcleo de la célula corporal correspondiente en un óvulo previamente desnucleado de la misma especie que desde ese momento se comporta como si estuviera fertilizado. Metafóricamente este proceso es el de un príncipe químico que despierta con un beso a las partes del núcleo cromosómico que duermen el sueño de la bella durmiente [Hans Jonas].

7.2. Desde hace unas décadas se han desarrollado varias técnicas para lograr animales clónicos. Los primeros experimentos se hicieron con ranas. Se extrajo el núcleo de células de los intestinos de una rana, éste se inyectó en el citoplasma de un óvulo sin núcleo y a partir de ahí se obtuvieron los primeros animales clónicos. Más adelante se logró insertar el gen de la hormona del crecimiento de una rata en óvulos de la hembra del ratón fecundados obteniendo como resultado un ratón clónico que crecía el doble que sus congéneres.

Casi simultaneamente se logró en Oregón el nacimiento de monos clónicos y la clonación de una oveja en Escocia con dos técnicas diferentes. En el primer caso los monos fueron clonados a partir de células embrionarias. En el segundo a partir de una célula madre que procede de un animal adulto.

El procedimiento desarrollado por Ian Wilmut, del Instituto Roslin de Edimburgo, dado a conocer en febrero de este año, consiste en extraer una célula de la ubre de una hembra adulta de la especie y unirlo con un óvulo de otra del que se había eliminado previamente todo el material genético; la fusión se logra mediante descargas eléctricas y así se consigue un “óvulo reconstruido” en laboratorio para implartarlo en una tercera oveja que llevara a cabo la gestación. El proceso para lograr esto fue largo: se necesitaron 277 fusiones de ovocitos con células mamarias.

Es el primer claso de fabricación artificial de un animal grande que nace de la célula de otro adulto y que es genéticamente idéntico a su madre. Hablando en términos tradicionales se trata de una reproducción asexual en la que Dolly, que es una réplica exacta de su primera madre, tiene en realidad tres madres. Ni siquiera se tiene seguridad sobre su edad: tiene el aspecto de una oveja de siete meses, pero la celula a partir de la cual fue creada pertenecía a un animal de seis años, así que Dolly podría tener seisaños y medio.

Inmediatamente después se supo que en 1993 el Dr. Jerry Hall, de la Universidad George Washington había conseguido embriones humanos clónicos mediante la división artificial de un óvulo fecundado. Los embriones humanos no llegaron a desarrollarse. Hall declaró que si los embriones humanos clónicos se hubieran desarrollado los habría destruido. Pero la nueva técnica utilizada por Ian Wilmut en Edimburgo ha desatado las especulaciones sobre la posibilidad inmediata de clonar humanos. El propio Wilmut ha declarado que la cloación de seres humanos siguiendo la técnica utilizada en el caso de la oveja Dolly (tomar una célula de un humano adulto y usar su ADN para obtener una persona genéticamente idéntica) “puede ser posible en menos de dos años. No hay razón biológica para que los seres humanos no puedan ser clonados”.

7.3. La gran mayoría de los biólogos y genetistas consultados desde febrero de 1997 coinciden. En el mismo sentido se han pronunciado Patrick Dixon: “Ahora es potencialmente posible producir réplicas de cualquier ser humano viviente”. Lee Silver, de la Univesidad de Princeton, ha afirmado: ”Lo que parecía cosa de ciencia ficción resulta ya posible antes del año 2000”. Sobre este punto no parece haber ya ninguna duda.

Es posible incluso que exista ya el primer clónico humano. En marzo de este año el diario sensacionalista británico Sunday Times revelaba que la bióloga belga Martine Nijs había creado por accidente (al frotar un cigoto congelado) el primer clónico humano en el laboratorio dela Hospital Van Helmont. El niño clónico tendría ya cuatro años. Esa noticia fue desmentida inmediatamente por responsables del hospital belga.

Desde el punto de vista meramente técnico el problema más importante del procedimiento empleado para la fabricación de Dolly es que no hay manera de eliminar los errores genéticos naturales contenidos en las células del organismo y que éstos no se reproduzcan en la clonación. Ian Wilmut ha declarado recientemente que eso es lo que habría que tener en cuenta cuando se habla de clonación de personas humanas.

La reacción de los científicos ante la posibilidad inmediata de la clonación de humanos (“¿debe hacerse lo que puede hacerse?”) no es unánime. Hay opiniones muy diferentes.

Renato Dulbecco, Premio Nobel de Medicina, ha declarado que “es un error excluir a priori el realizar experimentos de clonación con humanos”, porque esta técnica podría ser muy útil para solucionar problemas tan significtivos como los transplantes. Pero la mayoría de los expertos han sido más moderados. Bob Edwards, responsable del nacimiento del primer bebé probeta, es más ambiguo: ”Estoy en contra de experimentar con la vida, a no ser que haya buenas razones para ello”. El propio Ian Wilmut ha sido tajante en esto: ”Yo no aceptaría la clonación de seres humanos bajo ninguna circunstancia, ni siquiera la más desesperada. Imaginar la colonación de humanos es una idea de enfermos, sería inmensamente triste y macabro” La reacción más unánime en contra hasta ahora en la comunidad científica se ha dado en Alemania, donde ocho premios Nobel pidieron en marzo la prohibición de la clonación a nivel mundial.

7.4. Por el momento ésta es también la opinión de la mayoría de las instituciones internacionales, de los gobiernos, de las iglesias y de la opinión pública. La UNESCO, la Unión Europea, el Vaticano, los parlamentos de Alemania e Italia, el Congreso de los EEUU se han pronunciado, con matices diversos, en contra de la clonación de humanos. Pero la prohibición que proponen es matizada y con diferencias. El presidente Clinton limita la prohibición a los establecimientos públicos. El gobierno italiano ha prohibido todo experimento sobre clonación en humanos y animales. El ministro alemán de investigación pide una prohibición generalizada a nivel mundial.

Por otra parte, le legislación penal vigente en los distintos países o no contempla la circurstancia de la clonación de humanos o, cuando entra en estos asuntos, difiere mucho acerca de las penas aplicables. El codigo penal español, en vigor desde el año pasado, prevee castigar con penas de uno a cinco años (que no se cumplirán si el acusado carece de antecedentes) la creación de seres humanos idénticos por clonación. Una legislación parecida existe actualmente en Alemania. El término clonación no aparece en la legislación penal francesa. La forma de redacción de la legislación británica (que prohibe reemplezar la célula de un embrión con el núcleo extraido de la célula de otra persona o embrión) deja resquicios legales que son los que han permitido en UK la creación de Dolly.

Encuestas de urgencia realizadas en EEUU dicen que el 93% de los ciudadanos está en contra de la clonación humana y el 90% la considera moralmente inaceptable. Los porcentajes si sitúan en EEUU alrededor del 50% cuando se pregunta acerca de clonación de animales (un 56% dice que jamás comería carne de animales clonados) y descienden por debajo del 50 cuando se trata de distintas plantas transgénicas que pueden consumirse ya o estarán pronto en el mercado. El 91% de los encuestados dice que no aceparía ser clonado si se le diera la oportunidad, pero el 45% de los encuestados se declara a favor de utilizar órganos humanos clonados en transplantes. Este último dato, comparado con los otros, es muy relevante.

Más unánime que la de los científicos es la opinión entre los éticos y filósofos morales. Con razones distintas Hans Jonas, Ronald Dworkin, Rocco Buttigione (filósofo asesor de Juan Pablo II) y Munawar Anees (director de la publicación Islámica Periódica) coinciden en esto. Anees piensa que la clonación choca con el paradigma coránico de la creación humana para el cual el cuerpo es un tesoro de Dios.La clonación es un abuso de la confianza de Dios que sólo puede llevar a la catástrofe. Rocco Buttigione argumenta que la clonación choca con el concepto cristiano de la dignidad de la persona caracterizada por ser producto del amor, la responsabilidad y la familia. Dworkin argumenta que, independientemente de que pensemos que la vida es valiosa como creación natural o como autocreación personal y cultural, podemos coincidir en que la naturaleza tiene un poder normativo especial que nos lleva a rechazar la idea misma de clonación. Hans Jonas piensa que con la clonación de humanos se rompería la idea de unicidad de la especie y que el nombre mismo de “hombre” se volvería ambiguo, que la existencia de la humanidad por sí misma pierde su razón ontológica.

7.5. Previsiblemente la controversia pública sobre la clonación de humanos (o de partes de humanos) en los próximos tiempos tendrá que tener en cuenta los siguientes factores:

1ª La posibilidad de utilizar órganos humanos clonados en transplantes y en el tratamiento y curación de enfermedades como el SIDA y el cáncer.

En este sentido todo indica que la opinión pública tenderá a evolucionar a favor de una legislación permisiva. El dato de las encuestas actuales en EEUU ya es revelador.

2ª La presión interesada de la gran industria tecnomédica favorecida por la legislación vigente sobre patentización de organismos vivos. En el caso de la clonación de animales se añade, además, el interés de las empresas ganaderas y de la alimentación. La patente del procedimiento por el que se llegó a la clonación de Dolly está ya en trámite.

La mercantilización de la ciencia juega también a favor de una legislación ambigua y permisiva.

3ª Las dificultades (económicas, políticas, culturales) para lograr a corto plazo una legislación mundial unificada sobre clonación en la línea propuesta por el parlamento alemán y el carácter de la legislación penal existente (menos restrictiva, por ejemplo, que la medioambiental, que ya permite calcular que los costes penales son menores que los beneficios que pueden obtenerse).

Las actuales diferencias son significativas sobre todo si se tiene en cuenta que se está hablando de la posibilidad clonación de humanos para un plazo tan corto como dos años. Antes de que exista una legislación prohibitiva mundial al respecto hay tiempo para hacerlo. Y hay científicos con conocimientos para hacerlo y favorables a ello, o cuya opinión puede variar a favor por presión de los otros factores, en los próximos años.

4ª La ausencia por el momento de una organización mundial de científicos responsables contraria a la clonación. El frente opositor que se contituyó a este respecto en Asilomar, en 1975, quedó roto en la década de los 80. Desde entonces los genetistas y biólogos partidarios de moratorias o medidas restrictivas precisas en este campo son minoría en los congresos internacionales. Las declaraciones genéricas de científicos en los medios de comunicación, al hilo de tal o cual noticia inmediata, tienen menos importancia práctica.

5ª Tampoco existe por el momento una opinión pública organizada en asociaciones nacionales e internacionales, ni institucionalmente ni fuera de las instituciones, en contra de la clonación en general y de los experimentos con materia orgánica humana en particular. No hay formación de la opinión pública a través de los medios de comunicación existentes. Y los pocos programas de televisión que se dedican a este tema se emiten en frajas horarias en las que la audiencia es bajísima.

6ª La diferenciación radical entre un sí a la clonación de animales (que incluye vertebrados superiores) y un no a la clonación de humanos se basa por lo general en la creencia tradicional de que hay un abismo ontológico entre el animal humano y todos los demás animales, pero esta creencia ha quedado muy diluida a partir de los estudios etológicos, ecológicos y antropológicos contemporáneos, como se ve en los discusiones éticas actuales sobre los derechos de los animales [Cavalieri/Singer; Ferrater/Cohn]. Se impone la idea de un continuo evolutivo entre diferentes especies animales hasta llegar a la especie homo sapiens.

Todos estos factores apuntan, en el tema de la clonación, hacia un estado de necesidad en el que la curiosidad científica se junta con el interés terapéutico y la mercantilización de la investigación frente a una ética de mínimos. En estas condiciones la gente se acostumbra a aprender a partir del choque con los hechos consumados.

La legalización de la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos (que es la política de la UE) y la diferenciación entre experimentos realizados en instituciones públicas e instituciones privadas son las puertas por las que va a entrar el hecho consumado. A partir de ahí cambiará también la opinión sobre la clonación de humanos.

ÉTICA Y FILOSOFIA POLÍTICA,
Universitat Pompeu Fabra
Prof.: Fco. Fernández Buey