Como individuos y ciudadanos, debemos tomar consciencia de nuestros actos colectivos.
Teniendo en cuenta que los gobiernos apenas disponen de herramientas para controlar el capitalismo de las corporaciones debemos tomar conciencia que somos "la gente" la que debería estipular la moralidad social y el gobierno de la administración. Es el pueblo el responsable y el tomador de derecho el que debería "conducir" el progreso de las sociedades, de los estados y por tanto de la civilización entera.
Esto implica la toma de grandes decisiones como la administración de los recursos del planeta. Porqué estamos "cediendo" dicha responsabilidad a empresas transnacionales y corporaciones que deliberadamente se mueven bajo sus própios intereses, y como dicta el capitalismo, por encima de los derechos del trabajador y por encima de la salud medioambiental.
Dicho sistema, es insostenible e inaceptable. Muchos piensan que otras posibilidades son insuficientes y tecnológicamente precarias; he de recordar que existen muchas otras tecnologías, todavía por desarrollar bajo un ámbito civil, muy capaces de sobrellevar la enorme demanda energética de occidente y de la futura demanda del 80% restante de la población mundial prescindiendo, totalmente, de la quema de combustibles fósiles.
Teniendo en cuenta que la ciudadanía a gran escala, normalmente, sólo se "moviliza" si vé una mejora de su condición social, debemos entender que los cambios políticos que afecten a las estratégias y la gestión de los recursos y por lo tanto de las diferentes fuentes de energía suponen implicaciones directas en la forma de las sociedades, los ciudadanos y los diferentes procesos en la cooperación internacional para un desarrollo sostenible y un progreso real.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario