Internacional - 08/10/2002 | Javier de Pino
Zacarías Moussaoui, la única persona formalmente acusada de colaborar con la conspiración terrorista del 11-S, ha tenido en su celda medio centenar de informes confidenciales con material secreto sobre las actividades de Al Qaeda en EE UU. La juez del caso ordenó un registro de su celda y confiscó la mayoría de los informes, aunque aparentemente ha desaparecido el que tenía más valor informativo.
En realidad, Moussaoui sólo se ha aprovechado de uno de los pilares básicos del sistema judicial: la acusación ha de facilitar a la defensa los elementos de prueba que pretenda usar en el juicio. Técnicamente, son los abogados de los acusados los que tienen acceso a las pruebas, pero es habitual que acaben en manos de sus clientes. Aun así, y dada la naturaleza de este caso, queda demostrado que el FBI pudo haber puesto más empeño en proteger la confidencialidad de los informes.
Inicialmente se habló de dos informes, después el FBI reconoció que eran siete y acabó confirmando que en total sumaban 48. Durante el registro de su celda, Moussaoui, cuya estabilidad mental es más que dudosa, presentó una 'Moción para expulsar a Estados Unidos de la Caverna del Descubrimiento Árabe'.
La juez Leonie Brinkema, que se enfrenta a este caso con un sentimiento no oculto de resignación, acordó con los abogados del acusado que el incidente no se haría público para evitar el ridículo a la acusación, pero después decidió desvelar ella misma el episodio. Los documentos contenían resúmenes de entrevistas realizadas por agentes federales. El juicio contra Moussaoui se celebrará el 6 de enero.
Fuente: www.elpais.es
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