Son personas individuales que supervisan la situación de derechos humanos a partir de ámbitos temáticos o siguiendo la coyuntura de un país en concreto.
La Comisión les da distintos nombres, como relator especial, experto independiente, representante del Secretario General o representante de la Comisión. Esos títulos no equivalen a una jerarquía ni son indicativos de las facultades concedidas a los expertos. Sencillamente, son la consecuencia de negociaciones políticas. El más relevante es el mandato del experto tal y como está formulado en las resoluciones de la Comisión de Derechos Humanos. El mandato puede estar centrado en la denuncia de violaciones o en el análisis de una cuestión concreta o en la contribución a la prestación de asistencia técnica o en una combinación de varios de estos aspectos.
Los expertos en materia de derechos humanos designados por las Naciones Unidas no perciben un sueldo ni ninguna otra remuneración económica por el desempeño de su mandato. Asumen sus funciones como un compromiso con los derechos humanos y con la convicción de que las actividades de las Naciones Unidas en esta esfera pueden contribuir a la realización de los derechos humanos a escala internacional.
Existe cierta uniformidad en los métodos de trabajo de todos los mandatos, pese a que en las resoluciones que los establecen los mandatos están descritos de forma diferente. A lo largo de los años, los expertos han elaborado planteamientos y métodos específicos para llevar a cabo su mandato. En 1999, la sexta reunión anual de expertos aprobó un ‘manual 10’ que expone en detalle los métodos de trabajo, entre otras cuestiones. Todos los expertos rinden cuentas a órganos intergubernamentales como la Comisión o la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre sus resultados, conclusiones y recomendaciones. El mandato de algunos exige que realicen fundamentalmente estudios conceptuales mientras que otros se sirven de un planteamiento de carácter más práctico. La mayoría de los expertos investigan y estudian cuestiones de su interés, hacen visitas a los países, reciben y examinan denuncias de víctimas de violaciones de los derechos humanos e intervienen cerca de los gobiernos a favor de ellas. En algunos casos, los expertos también recomiendan programas de cooperación técnica. Los mandatos temáticos actuales son:
Vivienda adecuada, las ejecuciones arbitrarias, el derecho al desarrollo, la educación, la extrema pobreza, el derecho a la alimentación, la libertad de opinión y expresión, los defensores de los derechos humanos, la independencia de magistrados y abogados, los desplazados internos, los mercenarios, los migrantes, el racismo, la libertad de religión y creencias, la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, las políticas de ajuste estructural y la deuda externa, la tortura, los residuos tóxicos, la violencia contra la mujer, las poblaciones indígenas, y el derecho al más alto nivel de salud física y mental; el tráfico de personas; y el terrorismo y los derechos humanos.
Y sobre la situación de los países son los siguientes:
Afganistán, Belarús, Burundi, Camboya, RD Congo, RPD Corea, Cuba, Liberia, Myanmar, Somalia, Sudán y territorios ocupados por Israel desde 1967.
Edifici G-6, UAB, 08193 Bellaterra, España.
Escola de Cultura de Pau
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